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Una fórmula española

El estreno de Gené y De la Rosa en Australia significa el retorno de pilotos españoles a la F-1 al cabo de 10 años

Pedro Martínez de la Rosa y Marc Gené debutan este fin de semana, oficialmente, en la fórmula uno, y la fiebre del mayor espectáculo sobre ruedas se ha apoderado del país. Diez años después de la frustrante experiencia de Luis Pérez Sala, España vuelve a estar representada, y además ahora doblemente, en el campeonato del mundo. A partir del Gran Premio de Australia que esta madrugada pone en marcha el Mundial de 1999 los aficionados al automovilismo van a tener que familiarizarse con el Arrows número 14, con los colores anaranjados de Repsol en el mono, y con el Minardi-Ford número 21 plateado que patrocina Teléfonica. A sus respectivos volantes, se habla español. Dos mil millones de pesetas —mil de cada una de las compañías— y el indudable valor de los pilotos han tenido la culpa. La cantidad no asegura nada. De la Rosa y Gené han ingresado en los equipos más modestos de la F-1. Pero ya están dentro, y eso es lo que importa.

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Los dos protagonistas no se cansan de pedir paciencia desde que confirmaron su asiento en la élite de 22 monoplazas que se alinean en el circuito de Albert Park, en Melbourne, primera etapa de un campeonato con 16 carreras, y cuyo Gran Premio de España será el 30 de mayo en Montmeló.

Que nadie espere milagros de Pedro ni de Marc. No van a pelearse con los Mika Hakkinen y Michael Schumacher. "Sumar un punto sería cumplir los objetivos", afirma De la Rosa, de 28 años. Gené, que está a punto de cumplir 25, se conforma con menos. "Estar aquí ya es un sueño, necesito aprender", dice el piloto de Sabadell, el más inexperto de la parrilla. El proyecto español mira a medio plazo.

Sumar puntos, en la F1, significa acabar entre los seis mejores de una carrera —el vencedor se lleva diez—, y está muy caro, porque los competidores se llaman Ferrari, McLaren, Benetton, Jordan o Williams, y también la nueva escudería BAR, que debuta con Jacques Villeneuve como piloto.

El cambio de equipo del canadiense, junto con el trasvase de alemanes entre Jordan y Williams —Ralf Schumacher y Heinz Harald Frentzen han intercambiado posiciones—, y el estreno del brasileño Ricardo Zonta (BAR) son las otras novedades para un campeonato sin revolución. Tampoco desde el punto de vista reglamentario hay muchas variaciones.

Los primeros entrenamientos .de ayer en Albert Park reflejaron el status quo, pues los McLaren dominaron claramente. El escocés David Coulthard logró el mejor tiempo seguido de Hakkinen, pese que éste sufrió un aparatoso accidente. Ambos superaron por más de un segundo a toda la competencia, incluido Schumacher, séptimo tras numerosos problemas mecánicos. Para los españoles, la toma de contacto ofreció lo que se esperaba: De la Rosa y Gené descubrieron el circuito australiano y se clasificaron 19º y 20° respectivamente a cuatro segundos del más rápido. Esta madrugada se han disputado los ensayos clasificatorios y la carrera se correrá en la madrugada del domingo (TVE, y Canal Satélite Digital).

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