"El fútbol daña al propio fútbol"
Los nuevos horarios de la Liga, con partidos desde las 12 de la mañana, inquietan a los aficionados y desagradan a las radios, a los clubes modestos y a los otros deportes
En un país tan apasionadamente futbolero como España, los cambios horarios de los partidos de Primera decretados el pasado martes por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) modificarán los hábitos de miles de aficionados. Nueve franjas horarias -entre ellas, las 12 de la mañana del domingo, las cuatro de la tarde y las 10 de la noche- copan la parrilla del fin de semana y afectan a numerosos sectores. La mayoría, molestos con esta variación, alentada por la operadora Mediapro, propietaria de los derechos televisivos de muchos clubes de Primera y Segunda.
"Es como si a José Tomás le ponen a torear a las 12 de la mañana", se queja Blas Madrigal, el presidente de las peñas del Valencia. "Muchos peñistas mayores no han renovado el pase porque no saben si van a poder asistir a los partidos", añade. "A nosotros", tercia Juan de Dios Álvarez, el presidente de las peñas del Betis, "nos perjudica porque somos una de las aficiones que más viaja, pero con tan poca antelación [los horarios solo se conocerán 10 días antes] no podemos preparar nada. Y yo, que vivo en Aracena, a 100 kilómetros de Sevilla, si voy al de las 10 de la noche un domingo, llego tardísimo a casa".
"Es como si pones a torear a José Tomás a las 12 de la mañana", se quejan las peñas
"¿Quién va a ir a un partido de juveniles?", dice el presidente de la federación asturiana
"La idea", replica Iván Justel, portavoz de Mediapro, "es que el espectador, si quiere, pueda ver casi todos los partidos y que no le coincidan. Aunque muchos piensan que queremos beneficiar a Gol TV, no es así. Pasamos de siete franjas horarias a nueve, pero Gol TV sigue dando el mismo número de partidos que antes: cuatro".
La Liga, mientras tanto, desvía la responsabilidad de los nuevos horarios a "los encajes de las operadoras" televisivas para obtener la máxima rentabilidad. Canal +, por su parte, dice haberse adaptado a los horarios fijados por la Liga adelantando una hora el partido que ofrece el domingo: de las 21.00 a las 20.00.
La Liga avanzó que el encuentro de las 12.00 pretendía penetrar en el mercado asiático, argumento que generó la incredulidad y hasta la burla de la mayoría, puesto que a esa hora nunca jugarán ni el Madrid ni el Barça, según reconoció Jaume Roures, el dueño de Mediapro, al considerar un riesgo no llenar sus enormes estadios. "No se ha hecho pensando en el mercado asiático", admite Justel; "el Atlético, la Real Sociedad y el Rayo Vallecano han llenado sus campos a las 12.00. Hicimos una prueba el año pasado con el Mallorca-Villarreal y funcionó".
A las radios tampoco les ha gustado la atomización de los encuentros. Manu Carreño, director de Carrusel Deportivo, de la Cadena SER, cree que se "dispersa" la atención del aficionado y se resta emoción. "Está bien que el Madrid y el Barça vayan por separado, pero es difícil hacer un programa desde las 12 de la mañana hasta las 12 de la noche. Estamos estudiándolo". Su gran competidor, Paco González, director de Tiempo de Juego, de la Cope, apunta: "Nosotros le vamos a echar las mismas horas. Habrá días, con la fórmula 1, con programa de 12 horas. Pero sí cambiarán los formatos: sin la protección de cuatro o cinco partidos al mismo tiempo, tendremos nuevos comentaristas. Estos horarios perjudican al producto de la Liga. Unos, los clubes, por querer cobrar lo que les adeudan las televisiones. Y Mediapro, porque tan solo tiene un canal y quiere aumentar el número de abonados llenando la parrilla de Gol TV".
La oposición se extiende entre el fútbol modesto. "Lo están matando. No nos dejan ninguna franja. ¿Quién va a ir a un partido de juveniles?", se rebela el presidente de la federación asturiana, Maximino Martínez.
"Si el fútbol daña al propio fútbol", abunda el director de comunicación de la ACB, Mario Hernando, "imagínese a los otros deportes". El baloncesto, por ejemplo, sale "muy afectado" de este "monopolio de horarios", según Hernando. "Tendría que haber un organismo superior que interviniera para que todos pudiéramos vivir. Nos afecta en nuestros tres horarios: el de los sábados a las 18.00, el de los domingos a las 12.30 y el de los domingos a las 18.00. Si ya es difícil capturar audiencia, ahora ya no sabemos dónde meternos. Tendremos que estudiarlo".
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