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Reportaje:

El 'gurú' al que nadie hizo caso

Ross Brawn advirtió a las demás escuderías de las lagunas en la normativa de la F-1 sobre difusores, que luego aprovechó

Frente a las duras críticas que está recibiendo tras haber ganado las dos primeras carreras del campeonato, el propietario de la escudería Brawn GP, Ross Brawn, desveló en Malaisia que los directores técnicos de los demás equipos rechazaron en marzo de 2008 su propuesta para modificar y clarificar la normativa sobre difusores y otros elementos del coche. "Eso se planteó. Lo lancé encima de la mesa, porque veía que las normas permitían muchas cosas que, tal vez, debían delimitarse mejor", explicó Brawn. "Pero nadie pareció interesarse por ello. Lo rechazaron de plano. Ahora, en cambio, a todos les preocupa".

Durante su año sabático, en 2007, Ross Brawn colaboró con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en la redacción y elaboración del reglamento técnico que ahora rige la fórmula 1. Fue uno de los expertos a los que se encomendó el presidente de la FIA, Max Mosley, para hacer un coche competitivo, sin tanta carga aerodinámica y más barato. En 2008 Brawn fichó por Honda y dedicó casi toda el curso a crear el bólido que ahora corre bajo las siglas de Brawn GP, el BGP001. "Siempre intento no sacar provecho de las situaciones. Cuando trabajé para la FIA llevaba un sombrero y buscaba lo mejor para la F-1. Pero cuando entré en Honda, cambié el sombrero y analicé todos los resortes de la normativa para sacar el máximo provecho y realizar el mejor coche posible. Es lo que hace todo el mundo en la F-1".

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Brawn asegura que tiene la conciencia muy tranquila, porque abrió las puertas a los directores técnicos de las demás escuderías para reglamentar mejor algunas cuestiones técnicas que habrían impedido la aplicación de los dobles difusores. "No sólo eso, habrían cambiado la fisonomía delantera y habrían limpiado todavía más el coche", agregó Brawn. "Evidentemente no les dije 'mirad, yo tengo un diseño de difusor increíble que aplicaré si no aceptáis estos cambios'. No voy a explicar el fruto de mi trabajo a mis rivales. Sin embargo, les insistí para modificar el reglamento porque creía que debían aclararse algunos aspectos".

Las victorias de sus monoplazas en Melbourne y en Sepang acarrearon al equipo Brawn GP una denuncia ante la Corte de Apelación por parte de Renault y de Red Bull a la que quería también sumarse BMW, que vio rechazada su apelación por dos veces por problemas formales. "Entiendo todo eso", reconoció Brawn. "Sin embargo, me molestan algunos comentarios maleducados y desinformados de algún director de escudería", agregó en referencia a Flavio Briatore, jefe de Renault.

Sin embargo, Brawn está convencido de que la Corte de Apelación del próximo día 14 en París le dará la razón y reconocerá la legalidad no sólo de los dobles difusores sino de todo el concepto de su monoplaza. "Los comisarios de las dos primeras carreras ya lo han hecho. No hay razón para que Apelación cambie de criterio", concluyó. "Antes de realizar nuestro trabajo lo consulté con la dirección técnica de la FIA y me dijeron que era legal".

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