"No me importa el Inter"

Hace poco menos de un año, Pep Guardiola se marcó una carrera de 40 metros con una felicidad incontrolable, consecuencia del gol de Iniesta al Chelsea en Stamford Bridge y la clasificación para la final de la Champions. Hoy se bate en otra semifinal ante el Inter con el resultado adverso, el público entregado a la causa y el firme propósito de pasárselo pipa. "Tengo una felicidad enorme, un placer indescriptible. Son palabras grandilocuentes pero es lo que siento. Es un honor, un privilegio, porque nunca se sabe si volveremos aquí. Yo lo voy a disfrutar", convino.

Enfrente tendrá a José Mourinho, que pesume de haberle ganado la partida dos veces en San Siro -en el empate a cero de la liguilla desactivó a Messi y Alves y en la victoria de la ida- y ahora le ha puesto en un serio aprieto. "Le considero el mejor entrenador. Tiene talento y puede que un futuro aquí", resaltó.

A pesar de su predisposición a divertirse -"es de los partidos en que estaré más tranquilo", amplió-, a Guardiola hay ciertos puntos que le incomodan. Como que se tache a Piqué de irrespetuoso o que se acuse al Barça de violentar el ambiente. "Los aficionados vendrán para echarnos una mano y no en contra de un entrenador", aclaró; "pero que no nos quiten el derecho a intentarlo".

Su argumento es rotundo: "Sé cómo ganar al Inter. Les he hablado a mis jugadores de nosotros y no del rival porque, con todos los respetos, no me importa el Inter. Esto sólo lo conseguiremos si somos nosotros mismos".

El Barça no ha marcado como local en sus últimas cuatro semifinales, pero a Guardiola no le caben dudas: "Esta generación, le vaya bien o mal el partido, será inolvidable". Concentró a los 21 jugadores del plantel, además de a Fontás y Thiago. Desea que todos disfruten como él.