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Reportaje:AJEDREZ

El misterioso vecino

Anand, nuevo campeón de la FIDE, gasta las horas entre un gimnasio y el sótano de su casa, en el pueblo madrileño de Collado Mediano, donde vive desde hace cinco años

Un indio silencioso y reservado vive en un pequeño pueblo de la sierra de Madrid. Se llama Viswanathan Anand, y es el nuevo campeón del mundo de ajedrez. En Madrás (ahora Chennai), donde nació hace 31 años, Anand es el ídolo de cinco millones de personas. Collado Mediano, donde reside, apenas tiene 5.000 vecinos, pero muchos no le conocen.O simplemente le consideran un vecino misterioso.

El sosiego y la discreción que reinan en la vida del hombre que ha acabado con 25 años de dominio ruso en el ajedrez -pasa la mayor parte del día metido en el sótano de su casa- explican semejante paradoja. Mañana regresa a España con su nuevo título. Y el ayuntamiento del pueblo le prepara una fiesta de bienvenida. 'Hace dos o tres años dio el pregón de las fiestas', explica César, un joven colladense. 'Ya llevaba tiempo viviendo aquí y había jugado la final del Campeonato del Mundo, pero mucha gente se preguntaba quién era. Las peñas armamos tanto jaleo que casi no pudo ni leer el pregón'. Las cosas no han cambiado mucho desde entonces. Anand reside habitualmente en Collado Mediano desde 1992. Tres años después se compró una casa propia, pero nunca ha hecho mucha vida social. Es raro verle en las tiendas. Los bares ni los pisa.

Anand y su mujer viven en una urbanización de coquetos chalets. La casa está en las afueras, cerca de un prado donde pastan las vacas. 'Anand y Aruna' son las escuetas señas que luce el buzón, por el que asoma un folleto comercial con las últimas ofertas de la Navidad. Se sabe que, tras ganar el Mundial en Teherán, el ajedrecista y su mujer pasan en la India unos días junto a la familia, así que la puerta está cerrada a cal y canto, las persianas bajadas, los toldos subidos.

Cuando no está de viaje en algún torneo, Anand se encierra en el sótano. Con miles de libros de ajedrez a su alrededor y el ordenador a mano, pasa horas y horas desbrozando aperturas, ideando nuevos movimientos, soñando jaques imposibles. A su lado, sus dos analistas: el georgiano Elizbar Ubilava (que vive también en Collado Mediano con su mujer y sus dos hijos) y el español Pablo San Segundo.

Una jornada habitual suele empezar a las 10.30 de la mañana. Se levanta, desayuna y, junto a Ubilava, acude a un gimnasio. Anand no tiene coche, así que los baja Nana, la esposa de Ubilava. Después de dos o tres horas en el gimnasio, afinando su preparación física, regresa a comer a casa. Se echa la siesta y, a las cuatro de la tarde, al sótano. Allí, delante del tablero, le dan las nueve o las diez. Más incluso cuando un torneo importante está cerca, como las últimas semanas antes del Mundial. Cena, ve un poco de televisión, y a la cama. Así cinco o seis días a la semana. Si no baja a Madrid a comer o cenar en algún restaurante indio, o persa, o pakistaní, o indonesio, o chino, o japonés, los días libres los ocupa en largos paseos por el monte, en montar en bicicleta.

De la intendencia (la comida, la casa, la compra...) se encarga Aruna, su mujer desde 1996. 'Es india, como él. Delgada, y a veces lleva las manos adornadas con henna ', describe Alfonso en el interior de su tienda. Rodeado de botellas de vino, rollos de papel higiénico y galletas para el desayuno, el comerciante explica que la pareja 'habla muy bien español'. Les gustan 'las lechugas, los aguacates, las naranjas, los tomates buenos, de los de 800 pesetas'. Que 'no compran embutido, aunque jamón york sí'; que 'no suelen llevarse carne, pero sí mucha fruta y muchas verduras'. Alfonso les tiene aprecio. 'Estoy seguro de que la mitad del pueblo no tiene ni idea de que aquí vive el campeón del mundo de ajedrez'.

Nadie como los Perea para saber por qué Anand vive a los pies de Navacerrada, a más de 8.500 kilómetros de donde nació. 'Conocimos a Vishy en el Torneo de Linares, a principios de los 90', explica Mauricio. 'Apenas tenía 22 años y me llamó la atención por la excepcional persona que es, así que, cuando acabó el torneo, me ofrecí a traerle a Madrid, donde a los dos días debía tomar un avión. Durmió en nuestra casa, conoció el pueblo y se enamoró de todo esto. De la tranquilidad, del paisaje... A partir de ahí, siempre que tenía que jugar en España venía a nuestra casa', cuenta el señor Perea, apasionado aficionado al ajedrez.

El alcalde, Juan Carlos Bustos, reconoce que Anand no es el vecino más popular de Collado Mediano (todos nombran antes al cineasta Carlos Saura o al escritor Antonio Muñoz Molina), pero niega que sea un tipo desabrido. 'Es una persona muy sencilla', asegura. 'Se hace notar poco. Pasea, monta en bici... No se relaciona mucho, pero supongo que está centrado en el ajedrez y lo que quiere es tranquilidad. Para eso vive aquí'. Bustos, uno de los escasos alcaldes de la coalición Unión Centrista-CDS que quedan en España, ultima estos días un recibimiento especial para mañana, cuando regresa de la India. 'Le hemos hecho algunos homenajes, pero como no es un futbolista ni un atleta famoso hay vecinos que no le conocen'.Un indio silencioso y reservado vive en un pequeño pueblo de la sierra de Madrid. Se llama Viswanathan Anand, y es el nuevo campeón del mundo de ajedrez. En Madrás (ahora Chennai), donde nació hace 31 años, Anand es el ídolo de cinco millones de personas. Collado Mediano, donde reside, apenas tiene 5.000 vecinos, pero muchos no le conocen.O simplemente le consideran un vecino misterioso.

El sosiego y la discreción que reinan en la vida del hombre que ha acabado con 25 años de dominio ruso en el ajedrez -pasa la mayor parte del día metido en el sótano de su casa- explican semejante paradoja. Mañana regresa a España con su nuevo título. Y el ayuntamiento del pueblo le prepara una fiesta de bienvenida. 'Hace dos o tres años dio el pregón de las fiestas', explica César, un joven colladense. 'Ya llevaba tiempo viviendo aquí y había jugado la final del Campeonato del Mundo, pero mucha gente se preguntaba quién era. Las peñas armamos tanto jaleo que casi no pudo ni leer el pregón'. Las cosas no han cambiado mucho desde entonces. Anand reside habitualmente en Collado Mediano desde 1992. Tres años después se compró una casa propia, pero nunca ha hecho mucha vida social. Es raro verle en las tiendas. Los bares ni los pisa.

Anand y su mujer viven en una urbanización de coquetos chalets. La casa está en las afueras, cerca de un prado donde pastan las vacas. 'Anand y Aruna' son las escuetas señas que luce el buzón, por el que asoma un folleto comercial con las últimas ofertas de la Navidad. Se sabe que, tras ganar el Mundial en Teherán, el ajedrecista y su mujer pasan en la India unos días junto a la familia, así que la puerta está cerrada a cal y canto, las persianas bajadas, los toldos subidos.

Cuando no está de viaje en algún torneo, Anand se encierra en el sótano. Con miles de libros de ajedrez a su alrededor y el ordenador a mano, pasa horas y horas desbrozando aperturas, ideando nuevos movimientos, soñando jaques imposibles. A su lado, sus dos analistas: el georgiano Elizbar Ubilava (que vive también en Collado Mediano con su mujer y sus dos hijos) y el español Pablo San Segundo.

Una jornada habitual suele empezar a las 10.30 de la mañana. Se levanta, desayuna y, junto a Ubilava, acude a un gimnasio. Anand no tiene coche, así que los baja Nana, la esposa de Ubilava. Después de dos o tres horas en el gimnasio, afinando su preparación física, regresa a comer a casa. Se echa la siesta y, a las cuatro de la tarde, al sótano. Allí, delante del tablero, le dan las nueve o las diez. Más incluso cuando un torneo importante está cerca, como las últimas semanas antes del Mundial. Cena, ve un poco de televisión, y a la cama. Así cinco o seis días a la semana. Si no baja a Madrid a comer o cenar en algún restaurante indio, o persa, o pakistaní, o indonesio, o chino, o japonés, los días libres los ocupa en largos paseos por el monte, en montar en bicicleta.

De la intendencia (la comida, la casa, la compra...) se encarga Aruna, su mujer desde 1996. 'Es india, como él. Delgada, y a veces lleva las manos adornadas con henna ', describe Alfonso en el interior de su tienda. Rodeado de botellas de vino, rollos de papel higiénico y galletas para el desayuno, el comerciante explica que la pareja 'habla muy bien español'. Les gustan 'las lechugas, los aguacates, las naranjas, los tomates buenos, de los de 800 pesetas'. Que 'no compran embutido, aunque jamón york sí'; que 'no suelen llevarse carne, pero sí mucha fruta y muchas verduras'. Alfonso les tiene aprecio. 'Estoy seguro de que la mitad del pueblo no tiene ni idea de que aquí vive el campeón del mundo de ajedrez'.

Nadie como los Perea para saber por qué Anand vive a los pies de Navacerrada, a más de 8.500 kilómetros de donde nació. 'Conocimos a Vishy en el Torneo de Linares, a principios de los 90', explica Mauricio. 'Apenas tenía 22 años y me llamó la atención por la excepcional persona que es, así que, cuando acabó el torneo, me ofrecí a traerle a Madrid, donde a los dos días debía tomar un avión. Durmió en nuestra casa, conoció el pueblo y se enamoró de todo esto. De la tranquilidad, del paisaje... A partir de ahí, siempre que tenía que jugar en España venía a nuestra casa', cuenta el señor Perea, apasionado aficionado al ajedrez.

El alcalde, Juan Carlos Bustos, reconoce que Anand no es el vecino más popular de Collado Mediano (todos nombran antes al cineasta Carlos Saura o al escritor Antonio Muñoz Molina), pero niega que sea un tipo desabrido. 'Es una persona muy sencilla', asegura. 'Se hace notar poco. Pasea, monta en bici... No se relaciona mucho, pero supongo que está centrado en el ajedrez y lo que quiere es tranquilidad. Para eso vive aquí'. Bustos, uno de los escasos alcaldes de la coalición Unión Centrista-CDS que quedan en España, ultima estos días un recibimiento especial para mañana, cuando regresa de la India. 'Le hemos hecho algunos homenajes, pero como no es un futbolista ni un atleta famoso hay vecinos que no le conocen'.

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