"La parada más rápida de mi vida"
Alonso aplaude a su equipo, que le cambió los neumáticos en 3,4 segundos y le permitió recuperar el liderato de la prueba
La eliminación de los repostajes ha hecho que los mecánicos de los distintos equipos de F-1 adquieran mucho más protagonismo que, por ejemplo, el año pasado. Entonces, el timing lo marcaban los encargados de acoplar y desacoplar la manguera de la gasolina, una operación que requería mucho más tiempo que cambiar los cuatro neumáticos del monoplaza y que, además, entrañaba cierto riesgo. Que Sakon Yamamoto se llevara ayer puesto a uno de los mecánicos del equipo Hispania al realizar su parada (vuelta 22), demuestra que, según cómo se haga la maniobra, sigue siendo peligrosa. En el caso de Ferrari y de Fernando Alonso, sirvió para recuperar el liderato que el español había perdido en la arrancada y para encaminarle hacia su tercera victoria como piloto de la Scuderia.
Colocado en cabeza y con el Ferrari de Alonso pegado a menos de un segundo, Button fue llamado al taller, por donde pasó en la vuelta 36. En total empleó 22,9 segundos, desde que entró en el carril de los garajes hasta que lo abandonó, y contando los 4,2 que tardaron los mecánicos en cambiarle las gomas. El español alargó su parada una vuelta más antes de entrar en la 37, completar todo el ceremonial en 22,1 segundos y el cambio de compuestos en 3,4, ocho décimas menos que el británico. Nada más reincorporarse a la pista, el F10 y el MP4-25 se emparejaron, pero Alonso pudo defenderse en la primera variante, por el interior, y enfilar la siguiente recta en cabeza.
"Realizamos una parada fantástica y gracias a ella pudimos adelantar a Jenson y acercarnos a la victoria", reconoció Alonso, consciente de la responsabilidad que tenía el equipo en el éxito que acababa de conseguir. "Creo que ha sido la parada más rápida de mi vida. No sé si una vez tardé 3,2 segundos, y tampoco recuerdo si fue en carrera. En unas circunstancias como estas, aquí en Italia y con Button habiendo parado en la vuelta anterior, hay mucho estrés", añadió el asturiano. Según dijo, sus mecánicos fueron tan rápidos que apenas tuvo tiempo para completar la secuencia de arranque con los interruptores del volante. "Cuando vi la luz verde en el semáforo [Ferrari emplea este sistema en vez de la tradicional piruleta] acababa de meter primera. O sea, que yo casi no he tenido tiempo de tocar todos los botones y ellos han cambiado las cuatro ruedas. Eso es impresionante", piropeó el bicampeón del mundo (2005 y 2006).
"Sin un coche perfecto era imposible ganar", reivindicó más tarde Stefano Domenicali, el máximo responsable deportivo de la escudería Ferrari. "Nuestra principal prioridad era no dejar escapar a Button, y la segunda aprovechar la parada para que Fernando pudiera dar una vuelta con la pista limpia. Sabíamos que nos íbamos a jugar el triunfo en el taller, y que si perdíamos aquí, el campeonato se ponía muy difícil", abundó el jefe de los bólidos rojos.
Exultante como pocas veces se le ha visto, Domenicali tampoco pasó por alto el que probablemente fuera el único error de Alonso en todo el fin de semana: "En la salida debemos evitar complicaciones y esta vez hemos estado muy cerca de tenerlas".
