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Entrevista:JUAN CARLOS GARRIDO | Entrenador del Villarreal

"Sin poder mediático, nuestra arma es el fútbol"

Tendente a lo políticamente incorrecto, Juan Carlos Garrido (Valencia, 1969) solo quiere hablar de fútbol, deporte que devora desde niño. Tras nueve meses al frente del Villarreal, analiza la trayectoria de un equipo que ascendió el pasado verano a 10 jugadores del filial y redujo a la mitad la partida destinada a los salarios. Con un presupuesto de 67 millones de euros, la séptima parte que el del Madrid y el Barcelona, el Villarreal les aguanta el tirón en la Liga. No solo por los resultados, sino también por el juego.

Pregunta. ¿Cuál es su mayor ambición?

Respuesta. He entrenado en Preferente, en Tercera, en Segunda B y en Primera y en todas las divisiones he oído decir a gente: "En esta categoría no se puede jugar bien al fútbol". En esta porque no sé qué y en esa porque no sé cuántos. En todas se puede jugar bien: tú tienes que quererlo, sentirlo y transmitirlo. Si además tienes buenos jugadores, seguro que lo consigues. En mis 12 años en el Villarreal, he participado en la creación de un estilo desde la base. Estamos creando las bases de un equipo de futuro, campeón.

"Cuando llegué, el equipo había perdido sus señas de identidad"
"Me parece una pedantería decir que tengo algo mejor que Pellegrini"

P. ¿Cómo lleva la presión?

R. Me gusta la competición y esa tensión que se genera entre semana, llegar al partido y que haya un resultado en juego. Dispones de los mejores jugadores, los mejores estadios, las mejores competiciones y los mejores rivales. Lo disfruto mucho.

P. Pero algunos de sus jugadores se quejan de cómo los trata.

R. No creo que ninguno se queje del trato. Soy exigente con ellos al igual que ellos lo son conmigo. El equilibrio entre la confianza y la exigencia es una de las bases para llevar un equipo. Es la clave.

P. Como el enfado de Cani cuando le sustituyó en Alicante, ante el Hércules, tras haber entrado en la segunda parte...

R. Eso es algo de lo más normal cuando nos estamos exigiendo al máximo.

P. ¿Le inyecta mala leche a un conjunto tendente a ser blandito?

R. Cada entrenador tiene su carácter y lo contagia al equipo. Pero siempre debe saber equilibrar las dosis de confianza y las dosis de exigencia. Al final, al que más valoran los jugadores es al técnico exigente.

P. A veces ha acabado jugando con cuatro o cinco delanteros... ¿Exceso de entusiasmo?

R. Mi trayectoria se ha definido por su carácter ofensivo. Para mí, conocer el trabajo de Guus Hiddink en el Valencia fue un aprendizaje extraordinario; el Barça de Johan Cruyff; Benito Floro, que fue un maestro del fútbol ofensivo; Jorge Valdano..., aunque ahora no esté de moda reconocerlo. Son influencias del fútbol que te gusta y el que crees que tienes que hacer.

P. ¿En qué se parece y en qué se diferencia su Villarreal del de Manuel Pellegrini?

R. Me parece una pedantería decir que tengo algo mejor que Pellegrini. Él ha sido el entrenador de más éxito de la historia del Villarreal. He convivido con él cinco años. El fútbol que estoy intentando hacer tiene similitudes con el suyo, pero hay muchos matices. El carácter de cada uno es diferente y las etapas también. Mi etapa es de regeneración de ilusión y objetivos. El protagonismo lo asumen unos jugadores que toman el testigo. Los que estuvieron a la sombra de Forlán, Riquelme, Arruabarrena y Sorín. Promuevo esa regeneración.

P. ¿Qué se encontró cuando llegó y cómo está ahora el conjunto?

R. Me encontré que el equipo había perdido sus señas de identidad. La recuperación de esas señas, de esos valores, nos ha costado. Los aspectos técnicos, tácticos y, sobre todo, de compromiso, que los jugadores se sientan implicados. Cada jugador sabe que su máximo es fundamental para el equipo. Cazorla, por ejemplo, está corriendo más que nunca. Aparte de su calidad técnica, tienen esa implicación. Ahora debemos tener mucha prudencia y humildad porque no tengo ninguna fórmula secreta del fútbol. Han subido muchos del B que refrescan al equipo cada día. Y con las señas de identidad de la base. Y después los protagonistas, Rossi, Cani, Cazorla..., saben que este es su año y que las armas del Villarreal son el fútbol. Sin ese poder mediático de los clubes grandes, tenemos la capacidad de jugar bien al fútbol.

P. ¿Se parece el estilo del Villarreal al de la selección española y al del Barça?

R. Ahora es ventajista subirse a la comparación con el Barça y la selección, que son los dos mejores equipos. Nuestro fútbol se debe basar en la ambición y la exigencia, que es lo que pide el presidente y que son las piedras fundamentales de este club. El presidente da su carácter al club. Él me lo traslada a mí y yo se lo traslado con ilusión a los jugadores convirtiéndolos en valores positivos.

P. Suena pelota.

R. Suena pelota, pero es la verdad. En un club, la persona más importante es el presidente. Cuando el presidente marca la línea bien, va bien. Si la marca mal, va mal. Tenemos la ventaja de esa estabilidad. En estos momentos no tengo que hacer la pelota a nadie porque no lo necesito.

P. ¿Se siente ya entrenador de Primera?

R. Un entrenador se tiene que sentir entrenador y, entonces, entrenar al equipo que sea en el momento que sea. Lo primero es que te guste el fútbol. A mí me gusta y el mejor está en Primera. Si tienes pasión por el fútbol, lo vas a trasladar a tus jugadores.

P. ¿Cobra como un técnico de la élite?

R. Todos los de Primera podemos darnos por satisfechos por el estatus económico que tenemos.

P. ¿Por qué el Villarreal ha ganado tanta contundencia defensiva que solo ha consentido seis goles en las ocho primeras jornadas?

R. Sabíamos que íbamos a jugar bien en el ataque, pero debíamos mejorar en la defensa. La presencia de Marchena nos ha ayudado mucho por su liderazgo y su carisma. Es uno de los mejores centrales y va a vivir su segunda juventud. Pero los primeros que defienden son Rossi y Nilmar.

P. ¿Por qué ha mejorado tanto Nilmar?

R. Porque el estilo más elaborado le favorece y cada vez se siente más partícipe con el balón.

P. ¿Y el salto de Bruno?

R. Impresionante. Bruno está jugando por tres. Equilibra el juego defensivo e inicia el ofensivo. Ha asumido la confianza que se le da, la exigencia y la responsabilidad.

P. Y suple la decadencia del otro mediocentro, Senna.

R. Marcos es muy importante y estoy abusando de él porque le hago aguantar con molestias. Hay que dejar de discutirle la edad [34 años]. Ha jugado todos los partidos hasta ahora.

P. ¿A Matilla le perjudicó que se le comparase con Xavi?

R. No. Cuando te ponen una comparación así es porque creen en ti. No hay que buscar excusas. Necesita hacer mucho para ganarse el terreno. Hay que tener paciencia, dos o tres años...

Juan Carlos Garrido, en el centro de Valencia.
Juan Carlos Garrido, en el centro de Valencia.JORDI VICENT

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