El proyecto antes que el salario

Quique Flores abandonó el Camp Nou como el hombre más poderoso del Atlético. Aunque el Sevilla había ganado la Copa del Rey, la renovación de su contrato, que concluye el 30 de junio, depende básicamente de él.

"Sabe que tiene la sartén por el mango. Como ha dicho otras veces, no se quedará porque sí", reconocen en el ala noble del Calderón. "Solo me quedaré si me convence el proyecto", insiste el entrenador, que cobra un millón de euros y que se iría con la vitola de ser quien devolvió a los rojiblancos a la élite. "Aceptamos redirigir un equipo en una situación límite y la solventamos de un modo que nadie imaginaba", resume el cuerpo técnico sus siete meses de trabajo.

Conscientes del éxito y del runrún popular, que vería con malos ojos que Quique se fuera, los gestores del club también entienden que la estabilidad pasa por la continuidad de Agüero y Forlán. "Sigo diciendo que no se van a ir", recalcó ayer el presidente, Enrique Cerezo.

No pasará lo mismo con otros. La lista de transferibles la encabezan Pablo y Pernía. A la inversa, Diego Costa, cedido al Valladolid, y Mario Suárez, en el Mallorca con una opción de recompra, van a regresar y a Fran Mérida, del Arsenal, se le ha echado el lazo. Los tres son del gusto de los técnicos, que exigirían más mano en la confección de la plantilla, por más que el director deportivo, Jesús García Pitarch, las tenga todas consigo desde que reforzó su gabinete con Roberto, con el que coincidió en el Valencia.

A la espera del arreglo, el equipo seguía ayer dando vueltas a la final perdida. "Sabíamos que sería difícil remontar un partido de esas características. Tiramos de casta, pero no pudimos. No siempre gana el que mejor juega", apuntó Domínguez. "Se metieron atrás y nos costó entrar", dijo Forlán, al que Quique dio permiso para pernoctar en Barcelona con su familia y regresar ayer en un minibús que el clan charrúa alquiló para la ocasión.

Como en Hamburgo, Quique estimuló al plantel con un vídeo. Esta vez, con un toque menos futbolístico, los familiares de los jugadores les mostraron en él su cariño y su apoyo: "En la Liga Europa reflejamos el lado deportivo, el camino tan sufrido. A la Copa decidimos darle un componente más íntimo y especial".