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Reportaje:

Sin pruebas inculpatorias

La UCI no aporta elementos nuevos para sancionar a Valverde por la Operación Puerto

Carlos Arribas

La Federación Española de Ciclismo recibió el miércoles un fax de la UCI indicándole, de manera sumaria, las razones por las que debería abrir un expediente a Alejandro Valverde. A primera vista, y a la espera de que remita por correo los documentos del sumario de la Operación Puerto en los que apoya sus conjeturas, el organismo nacional no ha encontrado en los motivos alegados por el internacional elementos nuevos, diferentes a los conocidos desde mayo de 2006 y que, por su escaso valor probatorio, no permitieron ni a la Guardia Civil incluir a Valverde en el caso ni a ningún estamento entablar acciones contra su participación en cualquier carrera. Lo aportado -el nombre Valv.Piti en una lista de existencias de sangre de mayo de 2004 asociado al número 18 y una bolsa de plasma con EPO con el número 18- tampoco dieron motivos al juez para llamarle a declarar como testigo, lo que hizo con docenas de corredores.

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Así, el organismo presidido por Fulgencio Sánchez se tomará, según fuentes cercanas, unos días para estudiar la documentación de la UCI y no abrirá expediente alguno a Valverde si no halla elementos nuevos y suficientes para ello. Eso significaría que, reglamentariamente, carecería de valor la prohibición de que participe en el Campeonato del Mundo, en Stuttgart. Entonces, al no estar suspendido ni expedientado, no habría ninguna razón que impidiese su selección para la carrera de fondo en carretera, que se le da muy bien: segundo en 2003 y 2005 y tercero en 2006. En esa hipótesis, la situación derivaría en un choque frontal entre la UCI y la federación que podría zanjar con resolución de urgencia -el Mundial se disputa el 30 de septiembre- el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).

La extemporánea petición de la UCI se interpreta en la federación como un elemento más de las batallas internas que socavan la credibilidad y la seguridad jurídica del ciclismo. La española, que junto a las más importantes de Europa, la italiana, la francesa y la belga, mantiene una actitud decidida y crítica contra aquélla por su invención del ProTour, entiende que la cabeza de Valverde es el precio que debe pagarse para que Stuttgart y el Gobierno alemán no cumplan su amenaza de suspender la organización del campeonato. El objetivo del ente presidido por el irlandés Pat McQuaid no sería, así, tanto la lucha contra el dopaje como la salvación de la cita que le genera mayores ingresos.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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