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Tres puntos y final

El Barça, afectado por las bajas, se toma el partido contra el colista Almería como decisivo para la suerte de la Liga

"Aún nos podemos dejar algún punto en la Liga, pero no los tres del Almería, que, por otra parte, tienen el mismo valor que los del próximo sábado en el Bernabéu". Guardiola ha convertido el partido de hoy en decisivo cuando faltan ocho jornadas para cerrar el campeonato y cuando la ventaja del Barça sobre el Madrid es precisamente de ocho puntos. Planteadas así las cosas, el entrenador apeló al calor de la hinchada para que ayude al equipo en una tarea que, como de costumbre, se presenta más fácil desde el punto de vista del espectador y de la opinión pública que del de Guardiola.

A fin de justificar su respeto hacia el rival, y por tanto su discurso precavido -"prefiero pasarme por prudente"-, Guardiola utilizó ayer dos ejemplos: uno es el del Schalke, ganador en cancha del Inter por 2-5 en la Champions cuando la prensa le había elegido como el rival más accesible -"no descartéis que llegue a la final"- y al Sporting, que la semana pasada ganó en Chamartín y permitió a los azulgrana abrir una brecha en la Liga con que no se contemplaba en la previa: "Puede volver a pasar de todo", incidió, sabedor de que el Madrid juega en San Mamés.

La condición de colista del Almería y el abrumador marcador de los tres partidos que han disputado ambos equipos con anterioridad (16 goles a 0) no le sirven de atenuante a Guardiola para limitar sus preocupaciones: "Necesitan la victoria y, además, no tenemos referentes suyos porque estrenan entrenador". Roberto Olabe, sustituto de José Luis Oltra, fue presentado este jueves. "No sabemos con qué nos vamos a encontrar, salvo que cuenta con buenos jugadores y que, como la mayoría de los adversarios, intentarán buscar la espalda de nuestra defensa", condicionada por las bajas de Puyol, Abidal, Busquets y Valdés.

Las ausencias de Puyol, con una tendinitis en la rodilla -es un misterio: "da dos pasos hacia adelante y medio hacia atrás", según su técnico-, y de Abidal -se sabe que no volverá a jugar esta temporada-, comprometen a la zaga, menos rápida, y pueden obligar a Guardiola a situar a Mascherano como central, sobre todo si reserva a Piqué. Tampoco hay que descartar las opciones de Milito y Fontàs ante la ausencia por sanción de Busquets. Y hasta hoy no se sabrá si Pinto se ha recuperado de su esguince de tobillo o si, en su lugar, juega Miño u Oier.

Aclarada la situación del equipo, ocupó especialmente a la prensa saber sobre el mal humor del entrenador, expresado después del partido contra el Shakhtar en una entrevista concedida a pie de campo a TV-3 que sonó a cortante y disuasoria, nada que ver con su porte habitualmente amable y educado. "Estoy muy bien, si no estuviera contento aquí no habría renovado el contrato", replicó. "Intento responder con respeto, utilizando el tono que considero conveniente o el que creo que el medio se merece. Intento responder con respeto".

¿Y de la serie Barça-Madrid? Guardiola solo habló de dos partidos porque el enfrentamiento de la Champions aún no se ha dado, pues falta jugar la vuelta de los cuartos de final. "Al Bernabéu no se puede ir nunca de broma, sino que competiremos con el mejor equipo posible", aseguró sobre el encuentro de Liga. "Luego prepararemos la final de Copa", añadió al tiempo que se ofrecía como "refrigerador de ánimos": "Vamos a meter en Mestalla a 20.000 personas de un equipo muy pasional y a otras 20.000 personas de otro equipo muy pasional. Hay que tener cuidado".

Apelar a la responsabilidad le llevó precisamente a desmarcarse del anuncio de una mutua sanitaria en el que comparecen cinco futbolistas del Barça mostrando los cinco dedos de una mano, gesto que en determinados medios de Madrid se ha interpretado como una chulería: "Pregunten a marketing, a publicidad, a la agencia. Conozco muy bien a mis jugadores, y si algo tienen, es mucho respeto al contrario", concluyó antes de reunirse con el presidente, Sandro Rosell; el director deportivo, Andoni Zubizarreta, y el director general, Antoni Rosic. La reunión duró dos horas y media.

"La Liga es el torneo más importante del año. Aunque la Champions da más glamour, la Liga corona al más fuerte durante el año. A mí es el torneo que me hace más ilusión", repitió Guardiola, en su intento de recordar que el Barça pretende poner hoy prácticamente punto final a la Liga con tres puntos.

El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola.
El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola.ENRIC FONTCUBERTA

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