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Reportaje:La lucha contra el dopaje

La red de 'Dios'

Fuentes y León organizaron una trama que traficó con anabolizantes, hormonas de crecimiento y bolsas de sangre desde 2008, según declaró a los investigadores un presunto intermediario

Dos años después de la Operación Puerto (2006), la Guardia Civil concluyó que en San Lorenzo de El Escorial operaba la misma red de presunto tráfico de sustancias dopantes para deportistas que se había intentado desarticular entonces. Fue una de las espoletas de la Operación Galgo.

Según la primera declaración de Pablo Muñoz, presunto intermediario en la compra de productos dopantes, el doctor Eufemiano Fuentes y el ex ciclista de mountain bike Alberto León, que falleció en enero, muñían una trama que, "desde 2008", traficaba con anabolizantes (Winstrol, Primobolan y Oxandrolona), hormonas de crecimiento y bolsas de sangre. El reparto de papeles estaba claro, según los investigadores, y se conoce por las respuestas de Muñoz a las preguntas de los investigadores, que luego, tras cambiar de abogado, no ratificó ante la juez.

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A Eufemiano, dijo el presunto intermediario, le identificaban como "Dios". León almacenaba parte del material en la Casa de la Juventud de El Escorial y era el que hacía los pedidos, según Muñoz: "Le pedía medicamentos tipo anabolizantes, filtros para bolsas de transfusiones de sangre, catéter (...) pagándole Alberto [León] estos medicamentos y artilugios sumándole los gastos de transporte", dijo el supuesto intermediario en el peculiar estilo indirecto de las declaraciones. Luismi, "un portero de discoteca", contó el ciclista aficionado, era quien le proporcionaba "hormona del crecimiento", y, "en ocasiones, Winstrol y Primobolan", dos medicamentos "que constituyen la base de los más conocidos y populares ciclos anabólicos", según el atestado de la Guardia Civil. Sin embargo, la mayoría de las veces, según los investigadores y su declaración, Muñoz adquiría el material clínico (decenas de catéteres y filtros...) en una tienda de Madrid, y los anabolizantes en farmacias. Normalmente, en una que el declarante situó en El Escorial. "Solo una vez", como subraya tanto el atestado de la Guardia Civil como la declaración de Muñoz, lo hizo en una farmacia de Moratalaz, donde se presentó el 26 de octubre de 2010 en bicicleta para comprar, con receta, dos cajas de Primobolan y una de Winstrol.

"Sorprendentemente", según fuentes jurídicas conocedoras del caso, esas dos farmacéuticas de Moratalaz, que vendieron tres medicamentos con receta, según los documentos del sumario de la Operación Galgo, están imputadas, mientras que no hay ningún indicio de que se haya investigado la pista de El Escorial. Muñoz, según los agentes, que vigilaban la escena, apareció en Moratalaz con dos recetas completas. La tercera se rellenó allí mismo.

¿De dónde salían esas recetas?, le preguntaron a Muñoz mientras le enseñaban varias, provenientes, según los sellos y los membretes, del Hospital Nuestra Señora de América, de Madrid, y firmadas por una pediatra. "Manifiesta", según recoge la declaración; "que las recetas las escaneó de una receta original que tenía en casa de alguna vez que ha ido al médico, y que el sello de las recetas lo adquirió el manifestante de una tamponería". "Que antes", se lee en otro punto de la declaración; "lo adquiría [en una farmacia] en la localidad de El Escorial, que al principio no le pedían receta médica, pero que cuando empezaron a pedirla se las entregaba a Alberto León, el cual las tenía que escanear y las sellaba con un sello que tenía en casa, que en una ocasión le dio un taco de recetas en blanco para sacar de la farmacia medicamentos tipo alérgicos, jarabe para niños, lexatin...".

Muñoz tenía el móvil intervenido por la Guardia Civil. Esas conversaciones matizan su declaración. En ellas, por ejemplo, habla de una pediatra y de los supuestos consejos que esta le daba sobre las cantidades a comprar para no llamar la atención -"No te lo puedo dar todo de golpe (...) Es que si no me crujen, se me cae el pelo"-. También usaba con León, según los investigadores, palabras en código, que el mismo intermediario descifró en su primera declaración: los "paquetes de Winston" eran Winstrol; el "primo", Primobolan; "para el niño", hormona de crecimiento; "fuerza", oxandrolona; "filtros para el grifo que gotea", filtros para bolsas de sangre; y "mariposas", catéter.

¿Para quién era todo eso? "Los anabolizantes, cree que es para administrar a deportistas, que un lexatin lo compró con receta de Eufemiano en una ocasión, que se la dio Alberto León, y que desconoce el uso del resto".

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