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Reportaje:

La renovación de nunca acabar

El sueldo que exige Abel retrasa el acuerdo con el Atlético, al que se opone Cerezo

José Marcos

A falta de la reunión de hoy en las oficinas del Calderón, la diplomacia del ron on the rocks con que el Atlético agasajó a Abel Resino el lunes y el martes en Finlandia no suscitó todo el efecto deseado. El don de gentes del consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, que limó asperezas con el técnico manchego acompañado del consejero Antonio Alonso y le mostró su interés para que renovase, no fue suficiente para que Abel cediese en sus pretensiones económicas. "No es el momento ni el lugar apropiado para zanjar este asunto", observó en la diminuta localidad de Marienhamn.

Avalado por el arrollador sprint final del Atlético, al que rescató a cinco puntos de la Champions y dejó cuarto a dos de distancia del Villarreal, el entrenador toledano reclama para seguir en el banquillo del Manzanares un sueldo acorde al de sus predecesores. "Si Javier Aguirre cobraba 2,6 millones de euros brutos y Carlos Bianchi tres, ¿por qué Abel se tendría que contentar con poco más de un millón después de la proeza que ha conseguido?", esgrimen desde el entorno del preparador.

"Por los cinco meses que ha estado al frente de la nave, incluido junio, que es un mes sin competición, recibirá 240.000 euros brutos. ¿No está mal, ¿no?", considera un directivo. Después de las negociaciones de su abogado, Vicente Montes, ayer en el Calderón, Abel no lo tiene tan claro: "Son tiempos de crisis en el fútbol, pero no podemos pensar que los de la casa no vamos a cobrar nunca, o percibir menos. El tema del dinero no es ni lo más importante ni más determinante a la hora de renovar, pero no se puede abusar de la frase hecha de que somos de la casa", manifiesta Abel. Aun así, todo apunta que terminará cediendo. "Seguramente terminemos entendiéndonos, siento este club como si fuera mi hogar", reconoce el aludido, que ya se resigna a firmar por una temporada y otra más en función de los objetivos conseguidos. "Si me tengo que ganar la siguiente, lo haré", zanjó en El Larguero.

El principal detractor de Abel es Enrique Cerezo, el presidente del Atlético. Con Gil Marín y el director deportivo, Jesús García Pitarch, actuando a sus espaldas, Cerezo conoció por teléfono quién sería el sustituto de Aguirre. "Parece que la renovación de Abel es lo más importante en este país", dijo ayer el mandatario con tono ácido. Con estos antecedentes por delante, la Comisión Ejecutiva, compuesta por el propio Cerezo, Gil Marín, Alonso y los consejeros Óscar Gil y Fernando García Abasolo, no votará unánimemente a favor del técnico. No hará falta. A falta de resolver los flecos monetarios, el consejero delegado del Atlético tiene la decisión tomada. "Además, ¿qué otra opción nos queda? El Calderón vitoreó a Abel como a un rey el pasado sábado contra el Almería. A ver quién es el guapo que se hace el sordo", abunda un cargo.

Abel da instrucciones a Agüero durante un partido de Liga.
Abel da instrucciones a Agüero durante un partido de Liga.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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