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Crónica:Giro
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un ruso muy ruso

Aunque viva en Pamplona y esté moldeado a la 'manera Indurain', el alma de Menchov es eslava

Carlos Arribas

Pedro Horrillo y Denis Menchov, amigos y compañeros en el Rabobank, volarán hoy a Pamplona. Lo harán en dos aviones diferentes, pero con la misma sensación de victoria. Uno, Horrillo, victorioso sobre la muerte, milagroso superviviente de una caída de 80 metros, volará en un Air 118, un avión ambulancia, en una camilla, envuelto en sábanas de hospital; el otro, Menchov, victorioso del Giro, volará en un vuelo regular, vestido de rosa. A uno, al toro de Ermua, el Giro se le acabó en un barranco a la semana de empezarlo; al otro, al ruso más ruso y, por consiguiente, el menos ruso como ciclista, se le acabó ayer, en la colina del Quirinal, coronado por el presidente de la República, Giorgio Napolitano, quien, comunista en Moscú en los años 50, le saludó en buen ruso -¿Cómo estás?, "pocas palabras pero muy bien dichas", dice Menchov- y le dio dos besos al entregarle el trofeo infinito.

A diferencia de otros corredores del Este, no buscó un rápido enriquecimiento
"Quiero ganar el Tour. Sé que soy uno de los mejores y que puedo conseguirlo", dice
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Caída, adrenalina y un grito

Los dos sufrirán un duro verano. A Horrillo le esperan una operación en un fémur machacado y semanas de rehabilitación para volver a ser una persona normal, si no un ciclista; a Menchov, el Tour de Francia, la carrera para la que le educaron en la congregación del Banesto desde que lo trajeron de Rusia en 1998, un chaval de 20 años, la carrera que le falta en un palmarés que ya cuenta con dos Vueltas (2005 y 2007) y un Giro. "El Giro es muy importante, pero quiero ganar el Tour", dice. "Sé que soy uno de los mejores y que puedo ganarlo".

Antes que Menchov, dos rusos, Eugenio Berzin (1994) y Pavel Tonkov (1996), habían ganado el Giro, pero su filosofía vital y ciclista es totalmente diferente a la de ambos, y a la de tantos corredores del Este que han llegado a occidente como depredadores hambrientos, deseosos un enriquecimiento rápido. A Denis Menchov le vio Francis Lafargue, del Banesto, siempre en busca de nuevos Induraines, de diamantes en bruto a los que pulir con paciencia y tranquilidad, en una carrera en Francia cuando era amateur, y se enamoró de él, de su planta, de su forma de sentarse sobre la bici. Corría en el Lada-Samara y pasaba dos meses del año en Francia. Lafargue se movilizó, envió faxes, engrasó los engranajes burocráticos postsoviéticos con 100.000 francos (unos 12.000 euros) y una noche fría en Lille pudo al fin estrechar la mano de un ciclista en los huesos, la barbilla hundida en un jersey gris marengo de cuello alto y una mirada de perrito abandonado pidiendo llévame contigo. No hablaba otra cosa que ruso.

En Pamplona se instaló -y aún vive allí, con su mujer, Nadia, y sus tres hijos: su madre sigue en Rusia- y en Pamplona, donde impera el espíritu de Indurain, se convirtió en la fuerza tranquila que ayer, 11 años después de llegar a Europa, a los 31 de edad, terminó por explotar. Ha sido el Giro más rápido de la historia, con una media que por primera vez ha superado los 40 kilómetros por hora, un dato debido a la suavidad del recorrido y a la bondad del clima. Ha sido un Giro que Menchov ha dominado marcando las diferencias en la contrarreloj y defendiéndolas en la montaña. "Ha sido sencillo", dijo el ganador.

Menchov, que habla a la perfección el español y un poco el inglés, sigue pensando en ruso, en volver a Orel, en sus tierras y en los campos, en cazar patos en invierno y en pescar lucios. Hoy vuelve a Pamplona, pero mañana vuela a Rusia, a estar cinco días con su familia, su mujer, sus hijos. "Me olvidaré de todo, de la bicicleta sobre todo, sólo pasearé por el campo por los míos", dice el ruso de Pamplona, el más ruso de los rusos. Antes, hoy mismo, una visita al hospital a su amigo Horrillo.

Denis Menchov, del Rabobank, celebra su victoria en el Giro en la meta de Roma.
Denis Menchov, del Rabobank, celebra su victoria en el Giro en la meta de Roma.AFP

El podio final

- Clasificación general:

1. Denis Menchov

(Rusia / Rabobank),

86h 3m 11s.

2. Danilo di Luca

(Italia / LPR Brakes),

a 41 segundos.

3. Franco Pellizotti

(Italia / Liquigas),

a 1m 59s.

4. Carlos Sastre

(España / Cervélo),

a 3m 46s.

5. Ivan Basso

(Italia / Liquigas), a 3m 59s.

12. Lance Armstrong

(EE UU / Astana), a 15m 59s.

- Ganador de la montaña: Stefano Garzelli (Italia / ASA).

- Ganador por puntos: Danilo di Luca.

- Mejor joven: Kevin Seeldrayers (Bélgica / QST).

- General por equipos:

1. Astana, 257h 48m 40s

2. Columbia-High Road, a 24m 15s

3. S. Diquigiovanni-Androni,

a 27m 17s.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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