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Atletismo

El sevillano Marco, revelación de los nacionales en pista cubierta

Carlos Arribas

Vaya usted a saber por qué hablar de atletismo y hablar de Sevilla equivale en los últimos años a hablar de 800 metros. La capital andaluza, donde ayer terminaron los Campeonatos de España en pista cubierta, se ha convertido en cantera inagotable de la prueba más espectacular del medio fondo. De Sevilla es el Quiyo Reina, actual plusmarquista nacional de la prueba de las dos vueltas, que no acaba de salir de una lesión, y de Sevilla es también Manuel Olmedo, que deslumbró en 2002 con una victoria impetuosa en los nacionales de pista cubierta y que ayer, cinco años después, volvió a repetir. Y también de Sevilla es Luis Alberto Marco, el último que ha llegado a la élite y que en el fin de semana atlético de su ciudad ha vuelto a asombrar a los especialistas.

Marco, de 20 años, miembro de la misma generación, y rival encarnizado, del vallisoletano Álvaro Rodríguez, futura figura del 1.500, no ganó (terminó segundo), pero irrumpió con estruendo en el panorama atlético español a sólo dos semanas de los Europeos de Birmingham. Su amplio club de fans entre los técnicos y sabios del atletismo español, que ya ha exigido su presencia en la selección española, destaca su calidad, la rapidez final, su ambición, y resalta cómo, en la final, no cejó en los últimos 100 metros, cuando Quesada cambió y pasó por dentro a Olmedo, ni a la salida de la última curva, cuando Olmedo por fuera recuperó sus derechos y superó sobre la línea a Quesada, finalista en los Europeos de Gotemburgo y gran favorito, de la misma forma en que se había deshecho de otros ochocentistas asentados en la élite española, como Eugenio Barrios y Juan de Dios Jurado. También hablan y no paran de su seriedad, de su humildad, de cómo tiene la cabeza centrada.

El de Marco fue prácticamente el único nombre nuevo de unos campeonatos que volvieron a consagrar a Manolo Martínez -aprendiz con 20 años de experiencia en el lanzamiento de peso: inquieto artista, se ha lanzado a los 32 años a conquistar la técnica rotatoria-, a Naroa Aguirre -capaz de batir de nuevo el récord de España de pértiga, dejándolo en 4,56 metros-, a Concha Montaner -6,66 metros en su debut competitivo con nuevo entrenador de longitud-, a Carlota Castrejana en el triple, a Ruth Beitia en la altura, a Jesús España -el campeón de Europa de los 5.000 se mostró intocable, soberbio, en los 3.000-, a Jackson Quiñónez -impresionante: 7,58s en 60 vallas, tercera marca europea del año para el atleta nacido en Ecuador y asentado en Lleida, que debutará con la selección española en Birmingham-, a Juan Carlos Higuero -53,9s en los últimos 400 metros de un 1.500 excesivamente lento le valieron para dar buena cuenta de Arturo Casado y Sergio Gallardo- y a Mayte Martínez, quien estudiará los ránkings detenidamente antes de decidirse si en Birmingham corre en su 800 de siempre o da el salto al 1.500.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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