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Reportaje:MUNDIAL DE FÓRMULA 1 | Gran Premio de Brasil

El tirón de Iceman

La alineación de Toro Rosso y Renault y la posible vuelta de Raikkonen son las principales incógnitas de la parrilla de 2012

Oriol Puigdemont

El anuncio que HRT hizo la semana pasada y que adelantaba que Pedro Martínez de la Rosa correrá en la escudería española durante los dos próximos años dejó al paddock de la F-1 con esa cara que se le queda a una sardina en la nevera. El piloto necesita competir como el aire que respira y ese deseo es el impulso que le ha llevado a dejar por segunda vez McLaren, donde cada vez tenía más ascendente, para meterse de lleno en un proyecto mucho más modesto. El caso de De la Rosa es de lo más atípico tratándose de uno de los equipos más modestos de la F-1. Dejando a un lado los ocho pilotos de los más potentes (Red Bull, Ferrari, McLaren y Mercedes), confirmados ya para 2012, la mayoría de las estructuras siguen sin desvelar quiénes se pondrán al volante de sus monoplazas, una decisión que, en general, no solo depende de la calidad del protagonista, sino también de su chequera.

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Posiblemente, en el único taller de los modestos en el que ese parámetro aún no es determinante es en Toro Rosso. La temporada que han completado Jaime Alguersuari y Sebastien Buemi debería asegurarles el asiento, sobre todo al español, que ha terminado el 14º en la clasificación general, un puesto por delante del suizo y con nueve puntos más que él. Perder a última hora la séptima plaza del campeonato de constructores, a manos de Sauber, y la presión que desde Red Bull se inflige a los jóvenes pilotos para fomentar la competencia abren, sin embargo, la posibilidad de que alguno de ellos pueda quedarse sin coche.

El caso de Williams es distinto. La escudería de Grove atraviesa uno de sus momentos más delicados y depende más que nunca de la aportación de los patrocinadores. Uno de sus principales sustentos económicos, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) no está asegurado con vistas a 2012, circunstancia que pone en riesgo la continuidad de Pastor Maldonado, mientras que Rubens Barrichello no se separa de sus teléfonos móviles para tratar de alargar su concurso otra temporada. En ese sentido, si ha habido un piloto que en las últimas semanas se ha vinculado a Williams es Kimi Raikkonen, aunque su regreso no es una operación tan sencilla.

A diferencia de otros pilotos más necesitados en todos los aspectos, Iceman, que hace dos años dejó plantado el Mundial de F-1 para disputar el de rallies (WRC), no está dispuesto a volver a cualquier precio. Su adaptación a los rallies no le ha ido todo lo bien que desearía -su mejor resultado ha sido la quinta plaza que logró la pasada temporada en Turquía-, aunque nadie duda de su calidad. De hecho, Raikkonen ha sido incluso más rápido que Sebastien Loeb, ocho veces campeón del mundo, en algunos ensayos, lo que demuestra que el finlandés rueda como un trueno cuando sabe el camino por dónde pasar. "En términos de velocidad, diría que Kimi es extraordinario. No le tiene miedo a nada y posee una sensibilidad muy instintiva que demuestra por qué es campeón del mundo de F-1 [2007]", explica en F1 Racing Benoït Nogier, su director de equipo en los rallies. A la espera de que la situación de Williams se desatasque, Renault también es otro de los posibles destinos de uno de los pilotos con más tirón.

En la escudería francesa se ha montado una gorda a raíz de una nota en la que Robert Kubica confirmaba que no iba a estar en condiciones de tomar parte en el inicio del campeonato, un extremo que Daniel Morelli, su representante, negó rotundamente.

Kimi Raikkonen, en el Rally de Finlandia de 2010.
Kimi Raikkonen, en el Rally de Finlandia de 2010.RONI REKOMAA (REUTERS)

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