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"Me tocó una varita mágica"

Entrevista al lateral del Villarreal Joan Capdevila. El equipo español se enfrenta hoy al Twente

Joan Capdevila (Tàrrega, Lleida, 1978) no para de buscar y propiciar la risa aun cuando el Villarreal venga de sufrir una tunda ante el Valencia en Mestalla (5-0), o a pesar de haber perdido la titularidad en el lateral izquierdo en favor de Catalá. "Ron con cola", le pide, de broma, a una azafata en el vuelo del Villarreal a Enschede (Holanda), donde se mide hoy al Twente con una renta de 5-1 de la ida.

Pregunta. ¿De dónde heredó su sentido del humor?

Respuesta. De mi familia no. Son un poco sosos. El aburrimiento me hace decir burradas. A mucha gente le saco de quicio porque pocas veces hablo en serio. Cuelgo chistes en twitter para provocar una sonrisa. Prefiero compartir risas y no penas. Hay que reír que la vida son dos días.

P. Al ganar la Eurocopa dijo que un tuercebotas era campeón de Europa.

R. Me salió del alma. Soy un privilegiado porque he aprovechado mi oportunidad. No soy mediático ni marcaré goles brillantes, pero hago bien mi trabajo si tengo la confianza del entrenador.

P. ¿Ahora no la tiene?

R. Tengo 33 años y pronto tendré que dejar la selección. Soy consciente de que es la rueda del fútbol. Como yo entré una vez por alguien, ahora alguien entrará por mí. Estoy muy orgulloso.

P. ¿Algún sucesor a la vista?

R. José Enrique, Canella, Arbeloa, Monreal, Catalá, Oriol... No es una posición determinante.

P. ¿Ha bajado su rendimiento?

R. Un poco sí, tengo menos chispa por el agotamiento físico de dos años sin parar. Lo he notado y el mister... también [ríe]. Podría dar más, pero va por rachas.

P. Pero ha renovado dos años más.

R. Sí, la confianza del club y del entrenador es total. Jugaré menos. Estoy aquí para lo que me digan. Nunca me quejé.

P. ¿Cómo explica la paliza del Valencia?

R. Fácil: salieron como motos y a nosotros, en la segunda parte, se nos acabaron las fuerzas. Europa es muy exigente. Yo ya había sufrido derrotas duras con el Depor: un 1-5 ante el Valencia o un 8-3 frente al Mónaco.

P. Janko, el delantero del Twente que lesionó a Gonzalo, podrá jugar contra ustedes.

R. Hablé con él y me dijo: 'Soy un estúpido'. Pero, aunque se haya arrepentido, debería haber sido sancionado severamente porque fue con mala fe.

P. ¿Siempre fue lateral izquierdo?

R. No, marqué 54 goles como delantero una temporada en las categorías inferiores del Tàrrega. Después jugué de extremo, me fichó el Espanyol juvenil y pasé al lateral. ¿Los extremos más difíciles de parar? Juanfran, De las Cuevas, Navas y, claro, Robben y Cristiano.

P. En la final del Mundial, ante Holanda, brilló hasta que recibió una dura entrada de Van Persie.

R. Sí, me pasé todo el descanso tumbado en la camilla. No me enteré de lo que dijo Del Bosque. Me pusieron dos vendas y jugué la segunda parte con un esguince en el tobillo derecho por el que después estuve un mes lesionado. Me había perdido por poco el Mundial de Alemania 2006 y esta era la última oportunidad de hacer algo importante.

P. ¿Su mejor recuerdo de Sudáfrica?

R. Al principio, cuando ves la Copa, es mágico. Y al final, cuando fui a buscar a mis padres en la grada. No sé cómo los encontré, vi sus lágrimas de emoción y fue como un resumen de mi carrera. Sin hablar nos lo dijimos todo. Ellos, que tanto me acompañaron por los campos para que yo fuera futbolista.

P. ¿Lo más divertido?

R. El día a día, las comidas, los entrenamientos, un safari...los pelotazos que le daban a Piqué y cuando pillamos a Sergio Ramos y a Navas haciéndoles trampas al bingo y a las cartas a Albiol y a Arbeloa. La picardía andaluza. O cuando vino la Reina y Puyol estaba con una toalla. Lo peor fue la tensión que hubo hasta el partido de Chile. Después, todo fue rodado.

P. ¿Cómo lo celebró?

R. A la mañana siguiente, en Tàrrega hubo una fiesta sorpresa. Fue un no parar porque todos tenían una gran curiosidad por lo que había pasado en ese mes y medio en Sudáfrica. Como tengo un hijo pequeño, Gerard, que se llama como su padre [bromea], ahora de 13 meses, nos fuimos una semana a Menorca y ahí estaba lleno de holandeses, que me miraban mal.

P. Su currículo incluye también una Copa con el Depor, dos Supercopas...

R. Y una medalla de plata de Sydney, una experiencia que nos marcó mucho. El fútbol me tocó con una varita mágica. Y ahora mi reto sería ganar una Liga Europa. Imagínate qué colofón a mi carrera.

Capdevila lucha con Joaquín durante un partido de Liga
Capdevila lucha con Joaquín durante un partido de LigaAFP

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