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Reportaje:CICLISMO | El trincampeón del Tour, ante el TAS

El todo por el todo en el caso Contador

La acusación solicita dos años de suspensión para el ciclista y que se anulen todos sus resultados desde el Tour de 2010, incluida su victoria en el Giro de 2011

Carlos Arribas

Llegó un momento en su testimonio del miércoles, ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en el que Alberto Contador dudó. Fue cuando, después de haber contestado seguro y sin pestañear, después de haber negado con voz fuerte, serena, que hubiera recurrido nunca a una transfusión sanguínea, su propio abogado, Adam Lewis, un terrier en los tribunales y en los interrogatorios a la parte contraria, le preguntó en inglés para precisar aún más, y para negar absolutamente la tesis de la acusación, si entre las 20 horas del 20 de julio y las seis horas del 21 de julio de 2010 se había practicado una transfusión. Entonces, quizás porque no había entendido bien la traducción simultánea a través de los cascos, Contador no pudo evitar preguntar: "Perdón, ¿qué horas ha dicho?". Cada uno de los presentes interpretó a su manera un detalle que no le pasó inadvertido al presidente de la terna arbitral, Efraim Barak, un israelí de origen argentino que en sus numerosas visitas a Madrid ha podido comprobar el valor que en España se le concede a Contador, uno de los actuales mejores deportistas del mundo y tricampeón del Tour de Francia.

La defensa pide que, si hay sanción, sea de un año y se mantengan sus últimas victorias
El Tribunal Arbitral no tomará la decisión final hasta principios de 2012

A Barak, según alguno de los presentes en la vista ante el TAS de su positivo por clembuterol en el Tour de 2010, le ha conmovido la fortaleza de Contador, presente todos los días, todos los minutos, en la sala, y que este ha sido quizás y finalmente el factor que decidirá el balance de probabilidades, más allá de los debates científicos y la mayor o menor plausibilidad del posible uso de microdosis de EPO en combinación con transfusiones de sangre y plasma, o de un suplemento contaminado o, sobre todo, de un trozo de carne contaminada. Hay de entre los participantes quien asegura que si el primer día de la vista hubo empate entre los que piden que se le sancionen y los que creen que no debe ser sancionado, y si el segundo la ventaja fue para la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), en el tercero ganó por goleada el campo de Contador, quien ayer, de regreso al viejo y limitado castillo de Béthusy, sede del TAS, cerró las cuatro jornadas de vista con un alegato final de un cuarto de hora que acabó con los ojos enrojecidos quizás de la emoción. La decisión final del organismo deportivo se conocerá finalmente en las primeras semanas de 2012.

Antes, Contador había escuchado las peticiones finales de la acusación, cuyo peso acusatorio llevó sobre todo la AMA. Después de hacer un resumen cronológico del caso nacido el último día de descanso del Tour de 2010, cronología en la que gozó de párrafo propio, por sospechoso, el twit en el que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, pocos días antes de la decisión absolutoria de la federación española, afirmaba que no había base legal para sancionar a Contador, la AMA concluye que visto lo visto -la cantidad de deportistas que se dopan aún con clembuterol, el "historial manchado" de los equipos en los que ha corrido Contador y el de su director, Bjarne Riis, los datos de su pasaporte, el nivel de plastificantes de su sangre y los precedentes de positivos por suplementos contaminados- es más probable que la presencia de clembuterol en su orina se deba al dopaje que a su ingesta inadvertida en un trozo de solomillo. Por eso la AMA solicitó dos años de suspensión a contar desde el día en que el TAS haga pública su decisión y la anulación de todos sus resultados desde el 21 de julio, el día del positivo, y no solo la victoria en el Tour de 2010, sino también los resultados conseguidos en 2011 (victorias en las Vueltas a Murcia, Castilla y León y Catalunya, y Giro de Italia), año en que compitió legalmente, ya que la federación española le había absuelto. Es, según un experto, un hábito de la AMA, que cuando no cobra una sanción por anticipado aplica intereses en la cuenta final.

La defensa de Contador, por su parte, después de tildar de "vejatoria y fantástica" la tesis de las transfusiones y de recordar la cantidad de casos de deportistas positivos por clembuterol que en los últimos meses no han sido sancionados al considerar las autoridades seriamente la posibilidad de contaminación alimentaria, solicitó al TAS que confirmara la decisión absolutoria de la federación española y que la acusación le pague los gastos legales. Y, subsidiariamente, si tiene que haber sanción, que esta sea de un año, que se mantengan los resultados conseguidos limpiamente en 2011 y que el periodo de cumplimiento comience el día del control, el 21 de julio de 2010, con lo que habría cumplido ya cautelarmente seis meses y medio y podría participar en el Tour de 2012. Después de escuchar todos los argumentos, la formación presidida por Barak no tomará una decisión hasta comienzos del próximo año, anunció el TAS.

Alberto Contador, ayer a la salida de las oficinas del TAS, en Lausana.
Alberto Contador, ayer a la salida de las oficinas del TAS, en Lausana.FABRICE COFFRINI (AFP)

10 millones en juego

De dinero, coinciden las partes, no se habló estos días en Lausana, se dejó para una segunda fase, y, sin embargo, aparte del honor y la gloria deportiva, la decisión que tome el TAS afectará directa y grandemente a los ingresos de Contador. A vuelapluma, grosso modo, un experto en la materia calculó ayer que contando el lucro cesante, los premios que debería devolver, los elevados gastos en que ha incurrido (dada la cantidad y calidad de los abogados y expertos reclutados, en torno a un millón de euros) y la multa que solicita la UCI en función de su artículo 326 (el salario neto de un año), una sanción de dos años de suspensión podría acarrearle al de Pinto unas pérdidas de unos 10 millones de euros.

Pero Contador tampoco aceptaría esto. Cuando en el alegato presentado previamente a la vista por sus abogados se entra en el terreno de la posible multa, el español deja muy claro que peleará para que no se le aplique el artículo 326, una norma que incorporó la UCI recientemente a su reglamento cuando el TAS le dijo, a petición de Vinokúrov, que la carta firmada por los corredores de compromiso por un ciclismo limpio no podía ser aplicable. Basándose en un informe del experto jurista suizo Hans Michael Riemer, la defensa de Contador, cuyos ingresos anuales podrían cifrarse en 3,5 millones, considera que el artículo 326 ni es válido ni exigible ni tiene fuerza legal, constituye una penalización contractual inválida, viola los derechos individuales del corredor, es contrario a la ley suiza y que de todas maneras, si se empeña el TAS en aplicarlo -solo va ligado a sanciones de dos años o más- debería tomar en cuenta solo el salario, y no los derechos de imagen, y la cantidad de la multa debería "ser reducida a cero". "Una suspensión de dos años tendría un efecto terrible en la situación económica del corredor y sus perspectivas de futuro", dice el ciclista en sus alegaciones, donde también subraya que es significativo que la AMA no solicite multa económica, solo la UCI. "Y dado el gigantesco caso montado en su contra, y los grandes gastos legales, estos deberían ser tenidos en cuenta a la hora de la multa", añade su defensa.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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