La tragedia del campeón más joven

Cualquiera que le pida a un chaval aficionado a los videojuegos que detalle los tres juegos de coches que más le gustan, seguro que verá cómo entre ellos se le nombra el Colin McRae Rally, uno de los títulos más vendidos en los últimos años. Lo seguirá siendo por más que la persona que le ha dado nombre falleciera anteayer por la noche cuando el Squirrel, su helicóptero, en el que viajaba junto a su hijo y dos personas más, que también fallecieron, se estrelló cerca de Lanark, en el sureste de Escocia.

Hijo de Jimmy, pentacampeón del campeonato británico de rallies, McRae pasará a la historia por ser el campeón más joven de la historia del Mundial de rallies y por ser uno de los grandes rivales del español Carlos Sainz, junto a Richard Burns, también fallecido, durante la segunda mitad de la década de los noventa.

Tras debutar en el Mundial en el rally de Suecia de 1987, el escocés fichó por Subaru en 1991. Con la escudería japonesa logró su primer triunfo en el campeonato -Nueva Zelanda 1993- y dos años después se erigió como el primer piloto británico campeón del mundo. Tras abandonar el equipo nipón con un título (1995) y dos subcampeonatos (1996 y 1997), en 1999 fichó por Ford, con quien disputó 60 carreras. Más tarde (2003), firmó por Citroën, donde fue compañero de Sainz.

A sus 39 años, McRae seguía vinculado al mundo de la velocidad a pesar de estar retirado desde hace cuatro años del Mundial de rallies. El último contacto que tuvo con una prueba del Mundial fue la temporada pasada, cuando sustituyó al francés Sebastién Loeb, lesionado, en el rally de Nueva Zelanda.

Desde que colgó el casco probó varias aventuras, pero siempre con un común denominador: la velocidad. Se alistó en las 24 Horas de Resistencia de LeMans (2004), en las que terminó tercero de su categoría y noveno de la general al volante de un coche de la escudería Ferrari. También en el Dakar, en el que participó en las ediciones de 2004 y de 2005.

De sus dos participaciones en la carrera africana, lo más recordado fue el tremendo accidente que tuvo en la segunda edición, mientras circulaba líder, tras volcar el Nissan en el que corría. No se ganó en vano el apodo de McCrash. En la última Baja Aragón, que se disputó en julio pasado, tuvo en jaque a Stephane Peterhansel, nueve veces ganador del Dakar.

Además de mantener incandescente su faceta competitiva, el escocés se esmeró en promocionar su videojuego y la línea de ropa que también presentó con su nombre.