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Un 'ultra' azulgrana afirma que la muerte de un joven francés fue rigurosamente planeada

Blanca Cia

Sergi Segarra, un integrante de los boixos nois -grupo radical del FC Barcelona- que fue apuñalado el pasado 1 de diciembre por miembros de las brigadas blanquiazules -seguidores ultras del Español-, manifestó ayer a EL PAÍS que la muerte del joven francés Frederic Rouquier y la agresión de José María Arboleas, ocurrida el pasado 13 de enero, se produjo porque sus compañeros de los boixos nois decidieron vengar el ataque del que había sido víctima. Segarra prestó ayer declaración en el Juzgado de Instrucción número 16 y para ser reconocido por el médico forense.

Segarra resultó herido de gravedad al alcanzarle una puñalada en un pulmón. Asegura no recordar quién fue la persona que le agredió, pero afirma sin dudar que entre ellos estaba Fredi, uno de los líderes de las brigadas blanquiazules. "En el hospital me dijeron que había tenido suerte, porque un centímetro más arriba y la palmo", explicaba ayer, tras prestar declaración ante lajuez Ana Injelmo. Segarra, conocido como el Draculín, cree justificado el ataque que llevaron a cabo sus corripañeros contra el francés Rouquier y el otro seguidor españolista, ambos simpatizantes de las brigadas blanquiazules. "Creo que se pasaron -en referencia a los ultras del Español- un poco, y por eso pienso que lo que hicieron mis compañeros estuvo bien. Porque yo estuve a punto de morir. Ojo por ojo, diente por diente", repitió con insistencia.

La planificación

"Cuando estaba en el hospital, mi familia y amigos de los boixos me vinieron a visitar", añade. Fue durante su estancia en el centro cuando sus compañeros boixos nois le dijeron que habían planeado vengar la agresión que había sufrido. Segarra manifestó que conoce a los cinco boixos nois detenidos por la policía en relación con la muerte del francés. "Dos de ellos estaban conmigo el día que me atacaron", explicó. Esta misma versión es mantenida por la policía, que identifica a algunos de los boixos nois detenidos como testigos presenclales de la agresión a Segarra.El boixo noi recuerda bastanté bien lo que ocurrió el pasado 1 de diciembre. "Estábamos en la parada del autobús y de repente me dijeron que corriera [Segarra tiene un defecto físico en la pierna], pero no pude porque me salieron por los lados. Después vi un montón de tíos de las brigadas blanquiazules, y uno de ellos me golpeó con una barra de hierro en la cabeza. Luego quedé inconsciente, y al despertar vi a gente correr y enseguida vino una ambulancia y me llevaron al hospital de la Esperanza". "Sé", continúa, "que mis companeros fueron a la plaza del Sol a buscar palos y bates para defenderme, pero cuando ellos llegaron los brigadas ya se habían ido".

Segarra dice no saber si entre sus agresores se encontraba Rouquier o Arboleas, y precisó que tan sólo conoce de vista a algunos de los brigadistas que tienen un papel destacado en el colectivo ultra de la arición del Español. Asimismo dice no saber quién es Francisco Abadal, el soldado detenido en Zaragoza como el supuesto autor material de su agresión, según confirmó ayer la juez.

De su estancia en el hospital, Segarra recuerda que dos poli cías fueron a verle el mismo día de su ingreso, cuando estaba en el departamento de urgencias. "Días más tarde volvieron a ve nir dos agentes, pero no pude decir nada porque me dolía la herida al hablar", precisa. Las diligencias judiciales instruidas por la agresión sufrida por Segarra constan, por ahora, del atestado policial, del ofrecimiento de acciones hecho a la víctima y de la declaración prestada ayer ante la juez. Ayer también se realizó el reconoci miento por un médico forense.

Segarra asegura,que ya no habrá más incidentes violentos entre las dos aficiones ultras. "El domingo pasado [día en que se enfrentaron el FC Barcelona y el Espafioll no hubo ningún problema", dice para reafirmar que se ha zanjado la cuestión. Este boixo noi asegura que ambas aficiones han llegado a algún tipo de acuerdo para evitar más violencia.

Radical

El joven es un defensor a ultranza de la afición radical del Barcelona, que, en su opinión, nunca ha sido la que ha provocado los brotes de violencia. "Los boixos se limitan a responder; nunca atacan primero", insiste, para añadir que el primer incidente entre ambas aficiones se produjo hace cuatro o cinco años. "Gente de las brigadas apuñalaron a Andrés, uno de los integrantes de la peña juvenil de los boixos nois".Segarra, que ha sido socio del Barça, piensa continuar en los boixos, y sale en defensa de la directiva del club azulgrana. Dice que fue al partido disputado entre el Barça y el Madrid, pero que no acudió al estadio del Nou Camp el domingo pasado para ver el encuentro entre su equipo y el Español. "No fui, por si acaso", aclara.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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