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Entrevista:CESC y PIQUÉ | Jugadores de la selección | Copa Confederaciones 2009

"La única manera de jugar al fútbol es con el balón"

"Con Gery lo que haga falta", respondió Cesc Fábregas a la invitación para una charla con Gerard Piqué (ambos nacidos en Barcelona en 1987): "Claro maki, le daré caña", dijo. Durante 20 minutos, interrumpidos por la aparición de Puyol y de Xavi, recordaron de dónde vienen, bromearon, rieron -mucho- y hablaron como lo que son: amigos desde los 10 años, jóvenes, enamorados del fútbol y muy culés.

Piqué. A Cesc le conozco desde que llegó a una prueba para el alevín A (Cesc se ríe a carcajadas). ¿Pero de qué ríes? Pero tú le has visto, ¡la pinta que tiene con la cresta y la cicatriz! (Se refiere a los siete puntos de sutura en la frente consecuencia de un golpe en el último amistoso) ¡Es Franceskinstein! Le tenías que ver cuando era un niño. Llegó con otro que ése sí que era un personaje, Pereira. Un fenómeno.

Cesc: "Las cosas pasan porque tienen que pasar. Me fui a Inglaterra y tan feliz"
Piqué: "Es cuestión de apostar. Mira Guardiola conmigo, 'Busi', Muniesa..."

Cesc. Vino a probar conmigo de Mataró. Nos quedamos los dos e íbamos y veníamos cada día en taxi. Hasta cadetes estuvo con nosotros, ¿no?

P. Sí, no sé, a veces me pregunto en qué andará liado. Un personaje. Le mandaría saludos pero las posibilidades de que lea EL PAÍS son mínimas. ¡Era un viva la vida! ¡Vaya perla!

C. O sea, como éste (señala a Piqué). Tú siempre has tenido el mismo morro. Incluso en el campo. Jugaba de central y se metía unas excursiones espectaculares, de la defensa al área contraria, bueno, como ahora pero el triple. Rodo, el entrenador, le decía: "Deja la mochila y no te vayas de excursión".

P. Rodolf Borrell ¡Qué grande!

C. ¡Se ha ido al Liverpool!

P. Es normal, empiezan fichando jugadores y acababan fichando los entrenadores que los han formado. Es la escuela Barça, ¡somos la envidia del mundo, nano!

C. Estás muy crecidito, tú, pero es que no te falta razón. Borrell es grande. Estuvo en Grecia, también. Llevaba muchos años en el Barça, cuando nosotros llegamos ya estaba. Para mí es uno de los mejores entrenadores que he tenido.

P. Yo me aburría y me iba para arriba. Ganábamos siempre.

C. Bueno, perdimos la Nike, nos eliminó el Atlético de Madrid, 2-1. Y en Brunete tampoco ganamos. No metías un gol.

P. ¿Qué dices, chaval? ¿Cómo que no? 50, a 10 por año metí.

C. De 50, 40 fueron centros míos.

P. Es verdad, en los saques de esquina.

C. Le veía en medio del área, la mano levantada y pim, gol.

P. Es verdad, es verdad, me la ponías. Había mucha calidad.

C. Estaba Vázquez, Pedraza, Valiente, Messi...

P. Pero Leo llegó más tarde, Era muy, muy pequeño y muy bueno, tenía una calidad especial. Era un equipo muy bueno, pero es verdad que Leo siempre tenía un plus. Como ahora, sin el equipo no hubiera conseguido el triplete, pero le teníamos y eso es muy importante, ha sido decisivo, porque ha metido un montón de goles.

C. Es muy bueno. Siempre lo fue. Cuando llegó era mudo. Hasta que un viaje a Suiza le dio por hablar. Dio un giro de 120 grados.

P. ¡ Idiota, se dice de 180! Puyi, ¿has oído? (Llama la atención de Puyol, que graba una entrevista a pocos metros). ¡Puyi, mira qué ha dicho!

C. Hubiera dado 180 si ahora no callara, pero sigue sin hablar mucho. Ves, burro, 120 grados. Dicen que Leo jugaba bien a la Play, pero no recuerdo haber jugado contra él.

P. Máquina, el mejor era yo.

C. Sí, claro. Yo sí era muy, muy bueno. Al pro-evolution. Y al tenis, ¡no me ganaste jamás!

P. ¡Mentiroso! No empecemos, no empecemos. Me piro. Di la verdad, di que no has aceptado un reto al tenis. Y que todavía nadie me ha ganado al tenis de mesa desde que llegamos.

C. Es tan orgulloso que nunca reconocerá la verdad. Y menos en una entrevista. Piqué es la persona más orgullosa que conozco. Lo que tendríamos que preguntarte es, ¿hay algo que no hagas bien? Y aunque lo aceptes, no lo reconocerá nunca.

P. Ya sabes la respuesta, me conoces hace mucho tiempo.

C. Pero si te he aguantado hasta en Inglaterra.

P. Por eso no vuelves, no, por no aguantarme. (Aparece Puyol) ¡Puyi, a partir de ahora el Barcelona ofrecerá sueldo, prima por la Liga, prima por Champions y prima por aguantar a Piqué.

C. Empiezo a entender que si me fui a Londres fue por no aguantarte...

P. Cuando tú te fuiste, a mí me pasaron al A. Pero las cosas no salieron como le hubiera gustado al club... bah, no tengo ganas de hablar más de por qué me fui del Barça.

C. Yo estoy muy contento, por ti y por mí. Nos ha ido bien.

P. Siempre me preguntan si hubiéramos llegado hasta aquí pasando por Inglaterra. Y la verdad, creo que las cosas pasan porque tienen que pasar. Me fui a Inglaterra y volví y estoy aquí y tan feliz.

C. Yo no me lo he planteado porque sé que en el mundo del fútbol todo es relativo. Vete tú a saber. Lo que está claro es que ahora del Barça nadie se quiere ir, porque está claro que la gente tiene oportunidades, pero en aquel momento tenías que esperar muchísimo para dar el salto y cuando llega un equipo profesional [el Arsenal] que te ofrece entrenarte con el primer equipo a los 16 años, que a los 18 te permite jugar la final de la Champions...

P. Es cuestión de apostar. Mira Pep conmigo, con Busi, con Muniesa. Que un central con 17 años debute en... eso no pasaba hace siete años.

C. Nunca jugamos uno contra el otro en Inglaterra.

P. ¡Sí, máquina, sí! 2-1 y os ganamos la Liga. Jugué nueve partidos, pocos, pero ése lo jugué, no me lo quites. ¡Y te gané!

C. ¡Nueve, qué putada!

P. Sí, pero tengo la medalla. Es que cuando tu equipo gana la Premier y has jugado 10 partidos te dan la medalla. Si no, no. A mí me la dieron en Roma antes de la final, un detallazo.

C. Propio del United, un club señor. Siempre ha sido un equipo que he respetado mucho.

P. Ferguson le tenía un gran respeto a tu equipo y me lo contagió. Y la verdad es que el Arsenal jugó a un nivel extraordinario. Hasta París, que llegó el Barça y zas. Se acabó.

C. ¿Y el United sin Ronaldo?

P. Uno solo no hace un equipo.

C. ¿Me invitaste a Roma, no? Porque estuviste en París gracias a unas entraditas que te dio un gunner.

P. Bueno, con la entrada que tú me diste fue mi padre, que vio el partido rodeado por seguidores del Arsenal. Yo fui con mi hermano, invitado por Nike. Pero yo fui, no como tú, que te quedaste en casa.

C. Al final no pude. Me tenías que ver delante de la tele gritar. Me alegré mucho por vosotros. Y además nos eliminó el United. Os lo merecisteis. No se ganan tres títulos en un año si no juegas muy muy bien.

EL PAÍS. ¿Tiene la sensación de que usted tiene sitio?

C. ¿A quién no le gustaría jugar en un equipo donde ves que disfrutan, que se conocen, que tienen una calidad especial? Por la forma de jugar me reconozco, básicamente es la que conozco de niño. Pero soy capitán del Arsenal y estoy muy orgulloso de donde juego y cómo intentamos jugar.

P. Éste volverá, te lo digo yo. Seguro. Se merece jugar con nosotros. En serio. No le he visto perder una pelota desde que le conocí siendo alevín, tiene gol, capacidad de liderazgo. Sólo le falta ir de cabeza, pero con la cresta y la cicatriz, mal vamos.

C. El juego de España me recuerda algo al del Barça y demuestra que la única manera de jugar al futbol es con el balón.

P. Sí. Llevo poco en la absoluta y he disfrutado muchísimo. Contra Turquía, contra Inglaterra. Es un nivel muy alto.

C. Pues imagínate si hubieras estado el verano pasado. Lo máximo. La concentración, el grupo, las charlas de Luis, la Copa. Inolvidable. Es un placer jugar en este equipo, por el compromiso, por la calidad, por la buena gente que hay...

P. ¡Pues venga, a por la segunda Copa!

Cesc y Piqué, en un entrenamiento en Rustenburgo.
Cesc y Piqué, en un entrenamiento en Rustenburgo.CHEMA DÍAZ (DIARIO AS)

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