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Reportaje:

El vaivén de las selecciones autonómicas

Euskadi no juega por razones políticas y Catalunya promueve el Torneo de la Naciones

El partido Euskadi-Irán, del día 28, no se jugó. El Andalucía-Kenia, de hoy, tampoco se jugará. El resultado es el mismo. Los motivos, distintos. Ambas situaciones reflejan estados de ánimo diferentes respecto a la aparición de las selecciones autonómicas. El Euskadi-Irán no se jugó porque los futbolistas vascos se negaron a hacerlo bajo la denominación de Euskadi y reclamaron el paraguas de Euskal Herria, un término cultural que la izquierda abertzale apadrinó políticamente tras el Acuerdo de Lizarra. La semántica en este caso no es inocente. Yendo más allá, la plataforma Esait (ligada al mundo radical), que reclama la oficialidad de las selecciones vascas, convocó ayer una manifestación en Bilbao con esa reivindicación como bandera (a la que asistieron miembros de la izquierda abertzale junto a futbolistas como el rojiblanco Joseba Garmendia, los realistas Labaka y Anseotegi, el alavesista Gaizka Garitano o el del Eibar Larrzabal). Todo un conflicto político en el que subyace una lucha por el control de la selección vasca. Los radicales acusan a las instituciones, especialmente al Gobierno vasco, de tibieza y marcha atrás en la reivindicación de la oficialidad y el Gobierno acusa a los radicales de apropiamiento indebido de una selección de todos. El Andalucía-Kenia tiene menos problemas. El asunto se sustancia en que Kenia no puede llegar a tiempo para jugar hoy.

Dos problemas distintos. Los partidos de las selecciones autonómicas tienen ritmos cardiacos diferentes. Para unos, son un paso más en la reivindicación de la oficialidad y la libre competencia en los campeonatos europeos o mundiales; para otros, simplemente una dosis de autoestima autonómica reivindicando el cuajo de sus futbolistas. Entre los primeros, Euskadi y Catalunya alcanzaron su cénit con los dos partidos anuales que disputaron entre sí en Barcelona y Bilbao. Además, el segundo incluyó la Declaración de San Mamés, en la que el PNV, CiU y ERC defendían la oficialidad de ambas selecciones.

La Federación Catalana aspira a reunir hoy (19.00 horas, TV-3) en el Camp Nou a unos 60.000 espectadores para el partido contra Colombia. A pesar de que podrían acudir unos 10.000 colombianos, ni el cartel ni el tiempo invitan a una presencia masiva. Hay, por lo demás, diferentes circunstancias que expresan una situación de interinidad, como la salida de Jordi Roche como presidente de la federación y su sustitución por Ricard Campoy, así como el próximo relevo del seleccionador, Pere Gratacós, por Carles Rexach, que volvería en la próxima cita, y ausencias tan relevantes como las de Xavi y Valdés.

Ahora, la Federación Catalana negocia con la Española la posibilidad de contar el próximo año con tres fechas FIFA para la organización de partidos y, especialmente, montar el llamado Torneo de las Naciones como fórmula alternativa a la que de forma regular ha venido funcionando anualmente desde 1997 en un encuentro contra Bulgaria. La prioridad sería evitar que España y Cataluña jugaran el mismo día (se enfrentaron entre ellas en 1924) y que los rivales de la selección catalana fueran de talla mundial, como ya pasó en 2002 y 2004, cuando se enfrentó a Brasil, o en 2008, a Argentina. En el partido de hoy tiene anunciada su presencia el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira.

El resto, una vez pasada la novedad, advierte de que el furor decae y la organización se hace más compleja. Los rivales, debido a las fechas, son de la zona suramericana, asiática o africana, lo que complica la organización. Tras el cénit entre Euskadi y Catalunya, ocurre que la selección vasca no juega este año y Catalunya recluta a Colombia. Extremadura, ante Perú, oferta entradas a tres euros y Galicia juega contra Irán, equipo al que pudo entrenar Javier Clemente. En la última década han aparecido y desaparecido selecciones como las de La Rioja, Cantabria, Canarias o Murcia.

Las selecciones de Euskadi y Catalunya posan en el estadio de San Mamés ante su partido de 2007.
Las selecciones de Euskadi y Catalunya posan en el estadio de San Mamés ante su partido de 2007.

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