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Las dos velocidades de Hernán Pérez

El futbolista, un extremo vertiginoso, llega al primer equipo tras quemar poco a poco las etapas de su carrera deportiva

Hernán Pérez (Paraguay, 25 de Febrero de 1989) nació en una las regiones más pobres de Paraguay, en la provincia de Ñemby, población en el centro del país donde la idea de jugar en la Primera División en cualquier país de Europa es para muchos un sueño imposible. No para Hernán Pérez, que ya está en el primer equiopo del Villarreal.

Cuando era niño, solo soñaba con el fútbol. "Se iba por las mañanas y en lo único que pensaba era en acabar el colegio e irse a jugar, nunca soltaba el balón", cuenta su madre, Cecilia González. Y jugaba como los ángeles, en el club Cristóbal Colón de Ñemby. Tanto, que en 2005, con solo 15 años, dio el salto a profesional fichando por el Tacuary de la Primera División. Esa misma temporada, debutó en la competición frente al Cerro Porteño. Su entrenador en el club, Gonzalo Ocampo, recuerda los orígenes humildes del jugador: "Vino de niño, se quedó a vivir en la residencia del club y consiguió pronto llevarse bien con todo el mundo. Conmigo debutó porque se notaba que era un jugador que podía marcar las diferencias con respecto a sus compañeros y sobre todo a sus rivales. Yo le definiría como un jugador desequilibrante que cualquiera desea tener en su plantilla. Sin duda lo mejor que tiene es que todavía no ha tocado techo. Es un extremo muy rápido". De la misma forma piensa Iván Cebián directivo del club Libertad, segundo club del paraguayo: "Como jugador era muy rápido, de esos que encaran sin miedo. Me gustaba trabajar con él porque era un chico muy humilde que nadie le ha regalado nada. En el mundo del fútbol ha ido muy poco a poco".

A los pocos meses de su nueva vida, en Primera, el Sporting de Lisboa llamó a su puerta, pero la operación se truncó y se quedó en su país. "El futbol es para muchos la mejor forma de hacerse rico, para Hernán no lo fue, llegó del interior sin casi nada y yo veía como ahorraba para tener su casita muy modesta. Lo que está consiguiendo ahora es el triunfo de la gente humilde y con ganas de conseguir su sueño", recuerda Cebián.

Tras su buena actuación en el Libertad, llegó la llamada del Villarreal, que lo fichó para su filial. "Llevábamos mucho tiempo siguiéndole y vimos una oportunidad y no lo pensamos", recuerdan desde el club. Molina, entrenador del filial, valora la aportación del jugador al grupo: "Es de los que hacen equipo y no escatima en defender si hace falta para el beneficio del grupo. También puede actuar como enganche o de segunda punta. Su ascenso al primer equipo es muy merecido, va a hacer grandes cosas en Primera". Recién llegado de la Copa América y después de unos días en casa, Hernán Pérez afronta el mayor desafío de su carrera, un reto por el que siempre ha luchado.

Hernán Pérez, durante un entrenamiento con el Villarreal.
Hernán Pérez, durante un entrenamiento con el Villarreal.ÁNGEL SÁNCHEZ (Diario AS)

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