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JJ OO | WATERPOLO

El waterpolo español pasa la primera gran prueba

España obtiene un sufrido triunfo ante Australia y mantiene sus opciones de medalla

España superó la primera gran prueba de Pekín 2008, quizá el partido clave para saber si podrá luchar por las medallas, en el que obtuvo una sufrida victoria por 9-8 ante Australia, un equipo en progresión que nunca se rindió y puso en serios aprietos al cuadro de Rafa Aguilar. Australia está en Pekín con mucha ambición. John Fox ha conseguido formar un bloque poderoso en el aspecto físico y con muchos recursos. Los sharks, como se conoce en su país a este equipo, han sido terceros en las dos últimas Ligas Mundiales y pretende mejorar su mejor puesto olímpico, el quinto de Los Ángeles''84.

Lo demostraron en el arranque del torneo contra Grecia y frente a España también por momentos mostraron virtudes de proyecto de gran equipo, pero los pupilos de Rafa Aguilar demostraron tener el partido muy estudiado y supieron frenar en líneas generales a sus rivales. Como no podía ser menos le costó a España sacar el partido adelante, ya que ni el 4-0 con el que acabó el primer periodo le permitió respirar tranquilo. Este parcial inicial fue el soñado para Aguilar y sus chicos. Firmes atrás, con fortuna incluso (los palos repelieron dos balones con Iñaki Aguilar batido), y acertados en ataque, el marcador fue claro.

Rafa Aguilar consiguió el equilibrio ansiado que necesitaba para frenar a los 'bombarderos' del exterior y a los boyas, aunque esta labor costó numerosas exclusiones temporales, lo que le obligó a hacer luego matemáticas para tratar de no perder a ningún efectivo. No estaba el partido acabado, ni mucho menos. Fox consiguió darle más consistencia a su defensa y con el segundo periodo todo se igualó notablemente. Australia recortó hasta el 6-4 tras un último gol de Gavin Woods, quien situó tras el descanso un ya más que inquietante 6-5.

El partido había entrado en el panorama previsto, el de la igualdad, el de la tensión, el de esos partidos de verdad, de la gran competición, entre dos aspirantes a entrar en el grupo de los privilegiados. España quiso mantener sus argumentos de equilibrio defensivo y búsqueda de alternativas en ataque, aunque la presión de Australia, cuyo ritmo no decaía, era constante y no daba apenas margen al error. Las superioridades dieron aire al conjunto de Aguilar, que las aprovechó bastante bien, pero no era suficiente como para volver a despegarse ya que Australia estuvo siempre ahí, a tiro de uno y de dos, y España malogró varias ocasiones para matar el encuentro.

Para su fortuna consiguió mantener siempre la iniciativa en el electrónico y en un final tremendamente emocionante España consiguió zanjar el partido y sumar su segundo triunfo seguido, clave para el futuro en la competición ahora que vienen por delante Hungría, Montenegro y Grecia.

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