El Ibex 35 pierde los 7.000 puntos

El pesimismo se ha instalado en los mercados de valores con carácter casi permanente ante el persistente deterioro de la economía y las escasas muestras de éxito de los planes puestos en marcha para impedirlo.

El último recorte del precio del dinero por parte del BCE, que lo ha situado en el 1,5%, era esperado por todos y, por tanto, no ha tenido influencia alguna en la evolución de los mercados. No obstante, el mensaje del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, causó un fuerte impacto al anunciar un menor crecimiento de la economía de la eurozona para este año y el próximo, junto con un preocupante retroceso de la inflación.

El Ibex 35 ha caído en esta semana el 8,98%, casi un punto porcentual menos de lo que perdió en todo el pasado mes de febrero, y acumula un descenso del 24,56% en el conjunto del ejercicio.

La Bolsa española se ha visto especialmente perjudicada por la presión de los fondos especulativos sobre los valores bancarios, hasta el punto de que los cuatro principales bancos han registrado pérdidas muy superiores a las del Ibex 35. Banco Santander ha perdido en esta semana el 15,51%; BBVA, el 18,83%; Popular, el 11,64%, y Sabadell, el 9,45%.

La diferencia con el resto de los grandes mercados es grande, pues sólo la Bolsa de Londres se aproxima a la pérdida del Ibex 35 al bajar el 7,82%. París bajó el 6,22%; Francfort, el 4,61%; Tokio, el 5,22%, y Nueva York perdía algo más del 7% con datos de media sesión del viernes.

La preferencia de los fondos especulativos por los valores bancarios españoles se debe, en buena parte, a su menor tamaño y a que no se han producido entradas públicas en su capital, lo que podría haber frenado el proceso bajista y acabado con el negocio.

Con todo, algunas grandes entidades financieras han vuelto a acaparar el protagonismo en esta semana. El banco HSBC anunciaba por sorpresa una ampliación de capital por 14.000 millones de euros, al tiempo que la aseguradora AIG presentaba unas pérdidas históricas. El sector del automóvil también provocó vértigo entre los inversores, al anunciar General Motors "dudas" sobre su continuidad como empresa en activo.

Los indicadores económicos también han tenido un efecto negativo sobre el ánimo de los inversores, en particular el referente a la actividad laboral en Estados Unidos. La tasa de paro se situó en febrero en el 8,1%, un 0,5 más que el mes anterior, tras la pérdida de 651.000 puestos de trabajo no agrícolas. Los pedidos a fábrica cayeron en enero y, en España, la producción industrial volvió a caer el 20% en enero.

El panorama continúa siendo desalentador para los inversores, sobre todo ahora que parecen no existir soportes lo suficientemente sólidos como para aguantar esta nueva racha vendedora. -