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500 expertos rechazan el despido barato contra la crisis

Los catedráticos piden fomentar la negociación colectiva

El desplome económico no se combate con retrocesos en los derechos de los trabajadores. Ése es el mensaje con el que un grupo de 500 profesores y catedráticos de Derecho del Trabajo, Sociología del Trabajo y Economía quieren contrarrestar las propuestas de reforma laboral y abaratamiento del despido que han surgido a raíz de la crisis. El documento, al que ha tenido acceso este periódico, respalda las tesis sindicales de que la legislación laboral no ha sido la causante de la crisis, por lo que las soluciones no deben centrarse en ese campo.

Frente a la idea promovida por 100 expertos de crear un contrato único con despido más barato, los firmantes de este manifiesto abogan por extender la protección por desempleo, destinar recursos públicos al cambio de modelo productivo y fomentar la flexibilidad interna de las empresas antes que recurrir a despidos.

El documento reclama flexibilidad en las empresas antes que despidos
Sostiene que una red de banca pública facilitaría el acceso al crédito

"No es promoviendo el despido sin causa ni control judicial como se avanza hacia un mercado laboral en el contexto de un modelo económico más productivo", asegura el manifiesto, titulado El trabajo, fundamento de un crecimiento económico sostenible. Los profesores y catedráticos creen "políticamente indecente pretender desplazar a los trabajadores una parte sustancial de los costes de la crisis". La simplificación en el régimen de contratación promovida por 100 economistas, argumentan, provocaría una simplificación del régimen de despido y una "precariedad generalizada" entre los trabajadores.

La solución la encuentran estos 500 profesores en la negociación colectiva. "Una de las más urgentes necesidades de nuestro sistema de relaciones laborales es modificar el principio rector dominante en la gestión de la mano de obra". Se trata de abandonar "el abuso" de la flexibilidad externa (contratos temporales excesivos y despidos) para apostar por la flexibilidad interna (medidas pactadas entre empresarios y trabajadores para paliar las dificultades).

El manifiesto señala lagunas tanto en la innovación de la gestión empresarial como en la formación de los trabajadores. Y ahí sugieren que actúe la negociación colectiva. "Es ahora, más que en ningún otro momento de nuestra historia moderna, cuando la innovación y la formación tienen la posibilidad de convertirse en el auténtico motor de la economía española", subraya.

Más allá de la organización en las propias empresas, capear la crisis requiere de intervención pública. En primer lugar, revirtiendo la "estrategia conservadora de restricción del crédito por la que han optado buena parte de las instituciones financieras". Para ello, los expertos sugieren liberar recursos públicos para impulsar políticas industriales y energéticas. También piden que se incentive la actividad del sector privado con recursos financieros.

Ante las dificultades que está teniendo el Instituto de Crédito Oficial para canalizar sus préstamos a través de las entidades financieras, el documento recomienda crear una red de entidades públicas que faciliten el acceso a los créditos.

Todo ello debe redundar en un "cambio paulatino y profundo del modelo productivo" frente al actual, apoyado en "el uso intensivo de trabajo precario, mal remunerado y poco cualificado".

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