Acuerdo en Nissan mientras Pirelli anuncia 450 despidos
La industria del automóvil desactivó ayer un largo conflicto laboral, el de Nissan, con un compromiso de 400 millones en inversiones y un nuevo modelo en Barcelona para 2012, mientras, a poco más de 65 kilómetros, en Manresa, estallaba otro conflicto mayúsculo en Pirelli. Este grupo, que acaba de recortar 257 empleos y había anunciado que no construiría una nueva planta comprometida previamente, prescindirá de otros 450 empleos, casi un 90% de la plantilla, ya que cesará la fabricación de neumáticos este diciembre y reconvertirá el centro al negocio medioambiental.
Fuentes de la Generalitat confesaron "sorpresa" ante el anuncio de Pirelli, pero al estupor se sobrepuso el optimismo, cuando la dirección de Nissan, los sindicatos y representantes del Gobierno catalán escenificaron un acuerdo con varias patas: por una parte, un plan industrial sobre la mesa que contempla 400 millones de euros, 250 millones de los cuales se destinarán a la fabricación de un nuevo vehículo en Barcelona en 2012, al margen de que Barcelona está bien posicionada para llevarse la furgoneta que Nissan ya no producirá en Marruecos.
Se compromete, además, a mantener al menos 2.800 empleos. Eso significa que deberán marcharse unas 1.400 personas de Zona Franca. Pero Nissan ya había renunciado a los despidos, y acepta bajas incentivadas, además de, novedad, prejubilaciones. Nissan ha aceptado alargar el plazo para las bajas voluntarias.
Por su parte, los trabajadores de Pirelli anunciaron un paro en la empresa, que estudia dedicar el centro a placas fotovoltaicas, a una planta de reciclaje y a un almacén logístico para el Mediterráneo. Pero sólo necesita cien empleados.
