Amenaza de tormenta en el sector financiero
El "aviso" del BCE sobre las considerables pérdidas que puede sufrir la banca por la rebaja del valor contable de créditos, y que podría afectar a su rentabilidad este año y el próximo, provocó otro pequeño desastre en un sector que está para pocas bromas. Al tiempo, se afirmaba que el programa de compras de bonos, por parte del BCE, podría continuar de forma indefinida, indicando con ello que se está muy lejos de conseguir el objetivo de estabilidad financiera de la eurozona.
La Bolsa española abrió a la baja ante la fuerte presión vendedora sobre los valores bancarios, con lo que el Ibex 35 cayó el 3,63% en poco tiempo, hasta los 9.019,40 puntos. Aunque de momento solo es un nivel psicológico, parece que los 9.000 puntos pueden convertirse en una referencia a corto plazo pero, con la que está cayendo sobre el sector financiero, los inversores están convencidos de que sería mejor contar con soportes más sólidos.
Tras el chaparrón vendedor inicial, los mercados se tranquilizaron en parte y la evolución de la Bolsa de Nueva York, recuperando enseguida las pérdidas de la apertura, ayudó a conseguir un final más neutro. El Ibex 35 cerró en 9.299,70 puntos con un descenso del 0,64%, aunque poco antes del final casi había conseguido anular completamente las pérdidas.
La discreta recuperación de la Bolsa de Nueva York se debió a la subida del 2,7% de los gastos en construcción en el mes de abril, aunque también contó con algún dato menos positivo, como el menor crecimiento de la actividad manufacturera en mayo, cuyo índice pasa de 60,4 en abril a 59,7 en el último mes. La Reserva Federal de Dallas comunicaba que su índice de actividad empresarial de mayo caía desde 21,1 puntos a 2,9, anulando casi totalmente los avances de los últimos meses.
El panorama económico parece cada vez más confuso, después de unos meses de optimismo, y no solo en Estados Unidos. Los inversores ven con preocupación la posibilidad de un paso atrás en el proceso de recuperación, sobre todo si el sector bancario va a tener que hacer frente, como se ha pronosticado, a nuevas pérdidas.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 2.518,25 millones de euros, con 2.278,24 millones en operaciones del "mercado abierto".
