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Reportaje:

América Latina avanza con cautela

Las economías de la zona crecerán en 2007 por quinto año consecutivo, según las previsiones de la CEPAL

Las economías de los países de América Latina y el Caribe salieron del túnel en el que estuvieron sumidas por el impacto, primero, de la crisis asiática y, después, de la argentina. De acuerdo con las previsiones de los organismos internacionales, en 2007 completarán un lustro bajo la luz del crecimiento, después de que el producto interior bruto se expandiera una media del 5,3% en 2006. En un escenario mundial favorable para las economías exportadoras de productos primarios, el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la ONU, sintetiza con tres palabras la coyuntura: "Optimismo con cautela".

Gracias a la creciente demanda de China, India y otros países asiáticos, las exportaciones han aumentado un 21% durante 2006
De confirmarse los cálculos de la CEPAL, el PIB 'per cápita' de América Latina habrá aumentado un 15% en cinco años

La CEPAL es optimista porque América Latina "crece más y mejor que en el pasado", pero a la vez cautelosa por la incertidumbre sobre la evolución futura de la economía internacional y la capacidad para mantener el crecimiento de la zona. La CEPAL prevé para este año una ligera desaceleración del crecimiento, con un avance del PIB regional de 4,7%, que aun así supondría el cuarto año consecutivo de expansión sobre 4,5%. De concretarse este nivel de crecimiento, América Latina y el Caribe habrán conseguido un incremento del PIB per cápita del 15% entre 2003 y 2007.

Aunque se trata de un crecimiento elevado después de la llamada década perdida de los años ochenta -por la crisis de la deuda externa- y de la volatilidad de los noventa -por la dependencia de los flujos de capitales externos-, el desempeño reciente de América Latina es inferior al que tienen otras regiones de países en desarrollo. En este comportamiento ha influido la debilidad del crecimiento de las dos mayores economías de la región, Brasil y México, que juntas representan 60% del producto regional.

Venezuela, sostenida por los altos precios del petróleo, y República Dominicana, por la inversión, fueron las economías latinoamericanas que más crecieron en 2006 (10%). Aunque Cuba habría crecido más (12,5%), según sus cifras oficiales, gracias a la ampliación de relaciones comerciales con Venezuela y China, las ventas de servicios profesionales y mayores exportaciones de níquel, la CEPAL está aún evaluando los datos.

Entre las mayores economías de la región, Argentina tuvo la expansión más vigorosa en 2006 (8,5%), ligeramente menos que en 2005. Con una proyección de crecimiento del PIB del 7,5% para 2007, la CEPAL estima que Argentina ha terminado de recuperarse de la crisis de comienzos de este decenio y "se plantea la posibilidad de una transición a una etapa de crecimiento sostenido".

Después de que en 2006 Brasil fuera la segunda economía que menos creció de América Latina, la proyección de la CEPAL es que este año se expandirá a un ritmo algo superior, en torno al 3,5%. México, en cambio, logró en 2006 un aumento del PIB del 4,8%, la mayor tasa desde 2000, sostenida por un aumento del consumo (6%), la inversión (9%) y las exportaciones (10%). Sin embargo, para 2007 prevé un menor ritmo de crecimiento (3,8%), por la desaceleración que se espera en la economía de EE UU.

Los mayores precios de los principales productos de exportación de América Latina y el aumento de las remesas que enviaron a sus familias los trabajadores latinoamericanos y caribeños que han emigrado explican el incremento de los términos de intercambio de la región, que la CEPAL estima que han crecido un 36,4% sobre los niveles de los años noventa. En algunos países de Centroamérica los envíos de remesas representan más del 10% del PIB y en México, el 2,7%.

Impulsadas por la demanda creciente de China, India y otros países asiáticos, las exportaciones de la región aumentaron un 21% en 2006, mientras las importaciones lo hicieron en un 20%. Esto se traduce en un saldo positivo en la balanza comercial de 103.000 millones de dólares, equivalente al 3,7% del PIB regional. Más de la mitad de este resultado favorable se explica por los mayores precios de los bienes que exporta América Latina -petróleo, hierro, cobre, bananos, azúcar, café, maíz, soja y carne, entre otros- y el resto por la expansión de los volúmenes enviados al exterior.

Menos vulnerabilidad

Estos años de crecimiento se caracterizan por la menor vulnerabilidad frente a nuevos shocks externos. Los países usan tipos de cambios flotantes, lo que facilita los ajustes, y han aprovechado las holguras para pagar parte de su deuda externa y elevar las reservas internacionales. El coeficiente de la deuda externa respecto de las exportaciones es la mitad que hace 10 años, la tercera parte si se descuentan las reservas internacionales.

También se ha reducido la percepción de riesgo que los mercados financieros internacionales tienen de la región. La situación fiscal de la mayoría de los países ha mejorado porque con más crecimiento y mejores términos de intercambio aumentaron los ingresos de las arcas públicas. No obstante, en el último bienio ha crecido el gasto público, algo que la CEPAL recomienda "observar atentamente" ante una posible caída de los ingresos.

La inflación media regional llegó al 4,8% en 2006, en su cuarto año consecutivo de caída. Sólo en tres países (Venezuela, Trinidad y Tobago y Uruguay) los precios aumentaron más en 2006 que en el año anterior.

Las exportaciones de alimentos y de otras materias primas han mejorado la economía latinoamericana.
Las exportaciones de alimentos y de otras materias primas han mejorado la economía latinoamericana.REUTERS

Superávit por cuenta corriente

En un hecho sin precedentes, América Latina completó en 2006 su cuarto año seguido con superávit por cuenta corriente. Éste fue de 51.000 millones de dólares, un monto equivalente al 1,8% del PIB regional. Siete de los ocho países con números azules en la cuenta corriente son suramericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela) y el octavo es Haití. Los suramericanos lograron un saldo positivo equivalente al 3,4% de su PIB, mientras Centroamérica acabó en números rojos.

La paradoja es que esta bonanza que viene del exterior en forma de retornos de exportaciones y remesas presiona al alza los tipos de cambio de los países. La apreciación de las monedas locales reduce las ventajas de competitividad de América Latina, puede afectar sus exportaciones y amenazar la estrategia de crecimiento adoptada. Para afrontar este riesgo, la CEPAL recomienda la adopción de medidas de política pública que compensen la caída de competitividad.

Otros factores son preocupantes. Uno de ellos es que la inversión sigue baja en muchos países latinoamericanos y en la región supera levemente el 20% del PIB en 2006.

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