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Reportaje:

Aznar se apunta al alto riesgo

El ex presidente será la imagen en España de Centaurus, uno de los fondos especulativos más activos

Ramón Muñoz

"Aznar es el Fernando Alonso de Centaurus. Se le ficha por imagen y por marketing más que porque realmente vaya a utilizar su influencia en alguna operación. De la misma forma que el Banco Santander utiliza la imagen del piloto de Fórmula 1, Centaurus contrata a Aznar, para ganar notoriedad". Así explica Juan Ramón Caridad, director de productos de Atlas Capital, el fichaje por la sociedad del fondo de alto riesgo Centaurus Capital del anterior presidente del Gobierno para que forme parte de su consejo asesor.

Centaurus es un depredador nato de empresas con el lema divide y vencerás
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Centaurus Capital es uno de los hedge funds más importantes del mundo. Estos fondos son sociedades especializadas en inversiones especulativas o de alto riesgo, que compran y venden activos financieros o participaciones empresariales con el objeto de obtener el mayor beneficio posible en el menor plazo de tiempo.

La nueva empresa a la que asesorará Aznar es uno de los mejores exponentes de la agresividad de estas firmas. Con la sede central en Londres, su domicilio fiscal está en las Islas Caimán, el paraíso fiscal donde registra sus operaciones. Al estar radicado allí, ahorra impuestos y no tiene límites para endeudarse en operaciones arriesgadas.

Fundado en 2000 por un grupo de directivos del banco francés BNP Paribas, gestiona activos por 4.500 millones de dólares (3.300 millones de euros). En España no tiene oficinas pero es uno de los fondos más activos y realiza sus operaciones a través de terceros, como Deutsche Bank.

Su especialidad es tomar posiciones en empresas en crisis, en las que existe una fuerte disputa entre accionistas por su control o están bajo amenaza de una operación hostil como una oferta pública de adquisición (OPA). En cuanto encuentra una oportunidad de hacer caja, vende al mejor postor, y obtiene un alto beneficio. Por cada operación que lleva a cabo, además de las comisiones de intermediación, cobra la llamada "comisión de éxito", que supone entre el 10% y el 20% del importe total de la transacción.

A ese tipo de actuación que se basa en anticipar un suceso extraordinario en la empresa (fusiones, opas, crisis financieras o accionariales) para invertir se le denomina en el argot financiero event driven. Centaurus Capital obtuvo en 2005 el premio al mejor fondo europeo de esta categoría. Pero para ser un buen event driven se necesita intuición y, sobre todo, buena información y contactos. De ahí la acusación que se hace a estas firmas de que se sirven de información privilegiada, y de que, para ello, no dudan en contratar ex altos cargos que les den acceso a esa información.

Nada que ver con el fichaje de Aznar, al menos, según la justificación del presidente de Centaurus, Bernard Oppetit, a quien le convencieron los conocimientos de "geopolítica" del ex presidente del PP: "Queremos su visión de lo que está ocurriendo en la economía europea; para nosotros es muy importante saber qué está ocurriendo en materia de comercio, de cambio climático y sus efectos en los mercados o las compañías o cómo ve la emergencia de países como China y la India".

Del salario y las obligaciones concretas que tendrá el ex presidente, Centaurus guarda un pulcro silencio. Lo mismo que Aznar, con quien este diario intentó contactar sin éxito a través de la fundación FAES que preside.

Aznar, que ya es consejero de News Corporation, cabecera del imperio mediático del magnate australiano Rupert Murdoch, no es el primer ex alto cargo que acepta la oferta de un hedge fund. El idilio entre estos fondos y los políticos viene de antiguo y no hace distinción entre ideologías. Antes lo hicieron el ex primer ministro británico John Major (Carlyle), la ex secretaria de Estado estadounidense demócrata Madeleine Albright (PGGM); el candidato demócrata John Edwards (Fortress Investment Group); los ex secretarios del Tesoro John Snow (Cerberus Capital) y Lawrence Summers (D.E.Shaw), o el ex responsable del Tesoro británico Keneth Clarke (Centaurus), entre otros.

"Es cierto que los hedge funds tienen fama de hacer lobby (grupo de presión) pero no creo que la incorporación de figuras relevantes del mundo de la política responda a ese criterio. Entre otras cosas, porque esos ex altos cargos tienen mucho menos poder de lo que la gente piensa una vez que abandona la política", señala Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco, la patronal de fondos de inversión y de pensines.

Centaurus es un depredador nato de empresas. Su estrategia es clara: divide y vencerás. Entra en una compañía y provoca desde dentro el troceamiento o la venta de activos para hacerla más atractiva ante posibles compradores y, de paso, hacer caja. Ahora mismo está instalado en la holandesa Ahold, la cuarta compañía mundial de supemercados minoristas. Entró en su capital cuando la firma estaba a punto de quebrar, tras descubrirse unas irregularidades contables de 800 millones de euros en 2003. Cuatro años después, Ahold presenta unas cuentas saneadas aunque a costa de vender gran parte de sus filiales, entre ellas la cadena en España Supersol. El fondo británico tiene la misma postura en la firma tecnológica francesa Atos Origin y el fabricante aeronáutico Stork, en cuyo capital participa.

En España, su actuación más sonada fue en Terra. Centaurus se hizo con el 1% del capital cuando el valor se había desplomado, y justo antes de que Telefónica lanzara una opa para sacar de Bolsa a su antigua filial de Internet tras un ruinoso balance bursátil. Los accionistas minoritarios de Terra se sentían estafados ya que Telefónica pagaba 5,25 euros por acción, menos de la mitad de su valor de salida a Bolsa en 1999 y veinte veces menos que el máximo al que llegó a cotizar. Durante la junta, hubo dos intervenciones que llamaron la atención. La primera fue protagonizada por la jubilada Julia Panadero, que se quejó amargamente de que, mal aconsejada por su banco, había comprado acciones a 150 euros, enterrando sus ahorros de un millón de pesetas (6.000 euros). La otra fue la de Paul Leary, director financiero de Centaurus, que no dudó en elogiar tanto a los gestores de Telefónica como la retribución que ofrecía por su filial. La asociación de accionistas Accter.com acusó a Centaurus de haber actuado bajo consigna de Telefónica para mantener bajo control la cotización.

Pero no es el único caso de apariciones misteriosas de este fondo en plenos procesos de opa. Centaurus se hizo con el 5% de Aldeasa en abril de 2005, justo en el momento en que había encima de la mesa tres ofertas por la cadena de tiendas de aeropuertos.

Algo parecido ocurrió en Recoletos. El fondo apareció con el 3% del capital en pleno proceso de venta del grupo de comunicación por parte de Pearson a los directivos de Recoletos.

Su última aparición ha sido en Logista, la filial de distribución de Altadis, la tabaquera hispanofrancesa que está en el punto de mira de rivales como Imperial Tobacco. Ha comprado el 9,9% del capital con la esperanza de que Altadis segregue sus tres negocios (cigarrillos, cigarros y puros) y se convierta en un bocado apetecible para ser adquirida.

José María Aznar.
José María Aznar.EFE

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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