_
_
_
_
_
Crisis mundial

El BBVA teme que la ayuda a la banca dañe la competencia

Fernández Ordóñez advierte que la presencia pública en las entidades será "nefasta" si se les fuerza a dar créditos

Los grandes bancos españoles declinan llamar a la puerta del Estado porque aseguran que no necesitan ayudas públicas pese a los revueltos tiempos de la crisis. Pero al mismo tiempo les incomodan las consecuencias que pueda tener el capote financiero echado por varios Gobiernos sobre sus competidores europeos. El Santander ya había expresado este temor. Ayer lo hizo abiertamente Francisco González, quien alertó de que la coexistencia de entidades con y sin respaldo público puede acabar "perjudicando a la competencia" y reclamó por ello "normas comunes" para todos.

El banquero aprovechó su intervención en la sesión de apertura del Décimo Foro Latibex para reflexionar sobre el panorama que se vislumbra en el aún imaginario final del túnel: un sistema financiero "más prudente", con "reglas de juego claras", en el que "habrá que asumir" mayor regulación y presencia pública.

Más información
La primera subasta de compra de activos adjudica 2.115 millones de euros a 23 entidades

Eso sí, González conjuró los peligros de una regulación "excesiva", exigió que esa presencia pública sea "temporal" y cantó las excelencias del libre mercado, el Estado de derecho, el respeto por la propiedad privada, la libre competencia y una mayor apertura al comercio internacional. Fue su resumen de las conclusiones de la reciente cumbre financiera mundial celebrada en Washington, frente a "esas voces que se escuchan a veces" en el sentido de que la crisis implica "una vuelta a un sistema de organización social que fracasó".

Al margen de la macroampliación de capital de 7.200 millones de euros anunciada la semana pasada por el Santander y que ha descolocado a su competidor más inmediato, entidades como ING, Fortis, Barclays, Royal Bank of Scotland (RBS), Dexia, BNP o Société Générale han protagonizado en las últimas semanas distintas operaciones encaminadas a reforzar su capital y solvencia con algún tipo de respaldo del Estado. Y, sin pelos en la lengua, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, alertó ayer de que esas medidas de recapitalización, que en algunos casos ha comportado la entrada de representantes del Gobierno en los consejos de administración de los bancos, pueden ser "nefastas", si se cae en la tentación de obligar a esas entidades a conceder créditos. "En el momento en que obligamos a un banco a dar un crédito a quien no lo va a pagar nos hemos cargado el sistema financiero", dijo, informa Ep.

Hace un mes, el presidente del Santander, Emilio Botín, fue el primero en dejar caer que las ayudas a entidades en crisis puede acabar posicionando en mejor lugar a los peores gestores frente a los buenos, mientras señalaba con el dedo hacia los excesos de algunos banqueros durante los buenos tiempos. También González aludió ayer a "la responsabilidad de los banqueros", al "desorden" y a la "codicia" amasada en un entorno de tipos bajos y de voluminoso apalancamiento.

En su intervención, el presidente del BBVA se refirió al "horizonte incierto" que la crisis financiera presenta para la economía, también para América Latina. Sin embargo, González destacó que, por primera vez en una crisis global, esta región "no caerá en recesión" y será "una de las pocas con crecimiento positivo, del 2%", en 2009. La previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) es algo superior, del 2,5%, la mitad del ritmo al que la región venía creciendo de media desde 2003. En 2008, el FMI estima que la región todavía crecerá un 4,5%.

Con retraso, el vendaval financiero está salpicando también a Iberoamérica, la región que fue imán de las grandes empresas españolas en los ochenta y los noventa. Pero los principales inversores españoles se mantienen optimistas. Sobre todo lo fue ayer, en el mismo Foro Latibex, el presidente de Telefónica, César Alierta: "América Latina será la región en que el sector crecerá más en el mundo en los próximos años", un 7,4% sobre una media mundial del 5,7%. El primer operador español tiene previsto invertir otros 14.000 millones de euros en infraestructuras de la zona.

Iberoamérica aporta un tercio de los beneficios de las empresas del Íbex 35, y en la región ya se han instalado filiales de 400 compañías españolas, una apuesta "acertada", según el presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido. Pese a la moderación del crecimiento, a los "claroscuros" de su sector en la región y a su "preocupación" por el intervencionismo de algunos Gobiernos (en referencia a sus accidentadas relaciones con Ecuador, Bolivia o Venezuela), el presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, tildó de "positivas" las bases económicas de Iberoamérica.

A. Brufau (Repsol), C. Alierta (Telefónica), José A. Muniz Lopes (Eletrobras), A. Zoido (BME), R. Ghilardi (Copel) y F. González (BBVA).
A. Brufau (Repsol), C. Alierta (Telefónica), José A. Muniz Lopes (Eletrobras), A. Zoido (BME), R. Ghilardi (Copel) y F. González (BBVA).B. PÉREZ

Empieza la subasta

- El Tesoro destinará hoy, en una primera subasta, hasta 5.000 millones de euros para comprar a bancos y cajas activos "de máxima calidad" (deben tener una calificación al menos de AA o similar).

- El objetivo del Fondo de Adquisición de Activos Financieros, que comprará activos con pacto de recompra y con un plazo

de vencimiento de dos años, es que circule el crédito a empresas y familias.

- Los activos aceptados deben haber sido emitidos después del 1 de agosto de 2007 y estar admitidos a negociación en un mercado regulado.

- Habrá una segunda subasta el 11 de diciembre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_