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Blair impulsa una ambiciosa reforma del Estado de bienestar en el Reino Unido

Las líneas maestras del Estado de bienestar que el gobierno del nuevo laborismo británico quiere construir fueron reveladas ayer. Y se asemejan a los planos de una campaña militar cuidadosamen diseñada para impactar en la opinión pública. Dotado del potente arsenal que supone el nuevo presupuesto fiscal presentado la semana pasada , el primer ministro Británico ,Tony Blair, se va a Ianzar a lo que ya se perfila como la primera gran" guerra contra la pobreza" y el desempleo en Reino Unido.

Blair se ha embarcado en un ambicioso plan de reformas económicas y sociales con el fin de eliminar el pernicioso efecto de las tendencias económicas que se impusieron a finales de la década de los años 70. El próximo jueves anunciará un programa que, por primera vez, será sometido a un constante escrutinio de progreso por el ciudadano de a pie.La piedra angular de este proyecto es la reducción del desempleo en el menor tiempo posible. Junto a ello, un paquete de medidas dirigido a aliviar a los pensionistas y a la infancia que subsiste en la pobreza. Las reformas también abarcan medidas para tratar de disminuir embarazos en la adolescencia.

Todos los detalles están contenidos en el llamado Papel Verde que, según Frank Field, el ministro encargado de la reforma de los servicios sociales, será expuesto a la consideración de la ciudadanía a fin de que ésta vaya juzgando periódicamente sus avances.

El Papel Verde determinará "objetivos ambiciosos y concretos para reducir los costes de la Seguridad Social y alentar a la gente a que se incorpore a la fuerza laboral, al tiempo que amplía las ventajas para los jubilados, aumenta los niveles de apoyo a familias y niños menesterosos, reduce el flujo de pérdidas por casos de fraude y mejora los niveles en el campo de la educación".

Field trazó la estrategia en un, artículo publicado ayer en el que exhorta a la oposición conservadora a prestar su apoyo a las reformas en un plano de "debate constructivo". "La gente con la que he hablado a lo largo y ancho del país no quiere que la reforma del Estado de bienestar se convierta en un juego político de angosta lealtad partidista en Westminster", dijo.

Los llamados "índices de bienestar", que publicará regularmente el gobierno constituyen un importante giro de la política de Blair, inicialmente contrario a fijar objetivos específicos en el combate contra el desempleo.

Blair está, por lo tanto, asumiendo un riesgo considerable: si su gobierno no consigue cumplir con sus objetivos caerá inevitablemente bajo las fuertes críticas de la oposición conservadora, es céptica respecto a los planes laboristas para remediar los desajustes económicos y sociales en el Reino Unido.

Revisión de impuestos

Las líneas generales de la nueva campaña de Blair, emergen me nos de una semana después de la presentación ante el Parlamento del presupuesto elaborado por el ministro de Finanzas, Gordon Brown, arquitecto de uno de los mayores programas de reforma y revisión de los sistemas impositivos, cuya meta principal es combatir el paro y facilitar el acceso al mercado de trabajo.Bajo el lema de "el trabajo paga y recompensa la iniciativa", Brown expuso un programa que, según dijo, puede construir "un Estado moderno de bienestar que, en lugar de atrapar a la gente en la pobreza, ofrece oportunidades para todos". Pieza fundamental de ese programa es un nuevo régimen fiscal para las familias cuyos miembros están en activo, que entraría en vigor en 1999. Ese programa busca reducir la burocracia y multiplicar los incentivos al trabajo mediante la reducción directa de impuestos a empleados con bajos ingresos.

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