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La rebaja del coeficiente obligatorio de caja supondrá un coste de 30.000 millones para los grandes bancos

La rebaja en medio punto real (más de dos puntos teóricos) del coeficiente obligatorio de caja a que están sometidos los bancos y cajas de ahorro, decidida recientemente por el Banco de España, supondrá un coste adicional de 30.000 millones de pesetas para los siete grandes bancos, según manifestó ayer Claudio Boada, presidente del Banco Hispano Americano. Boada precisó que era favorable a la rebaja del coeficiente de caja -que deberá desaparecer totalmente en 1992-, pero que le parecía muy negativo que se rebajase su retribución a precios inferiores a los de mercado.

El coeficiente de caja que hasta ahora era del 18,5% se rebajará hasta el 16,5% sobre los pasivos computados, cuya base de cálculo se reduce a su vez al no incluir el efectivo de cajas y bancos. A su vez, se ha reducido la remuneración de estos recursos cautivos. El nuevo coeficiente del 16,5% se reparte entre un 5% no remunerado (antes 2,5 %) y un 11 % remunerado al 5% (antes era el 16% al 7,75%). El presidente del Hispano Americano señaló que en el caso de su banco esta rebaja de la rentabilidad y de la remuneración significaba en conjunto un coste adicional de 3.000 millones de pesetas.Por otra parte, Claudio Boada, que hizo estas manifestaciones en un encuentro con la Asociacíón de Periodistas de Información Económica de Cataluña, anunció que el Banco Urquijo-Unión quedará totalmente saneado a finales de 1988. Según el presidente, el coste total del saneamiento de este banco será de 95.000 millones de pesetas, de los que 35.000 mi llones han sido generados directamente por el propio banco (20.000 millones en el presente ejercicio). Los 60.000 millones de pesetas restantes fueron aportados por diferentes entidades en el momento de su saneamiento. Así, el Hispano aportó 10.000 millones de pesetas; el Banco de España, 10.000 millones (en concepto de liquidación del proceso de fusión); los otros grandes bancos, 15.000 millones y el Fondo de Garantía de Depósitos, 25.000 millones de pesetas.

Recuperar la inversión

Boada anunció que una vez saneado el Urquijo Unión, existía el propósito de sacar a Bolsa una parte de su capital. El Hispano, que actualmente tiene un 97% del capital, se quedaría con un 40% -50%. Con esta operación el Hispano se resarciría de toda la inversión efectuada en su filial y aún obtendría un beneficio significativo.En cuanto al futuro internacional de la entidad, el presidente indicó que se estaban efectuando estudios con otras entidades como el Commerzbank (que participa en un 10% del Hispano), Crédit Lyonnais y Banco di Roma, para tratar de establecer alguna colaboración más intensa en 1992.

El Hispano, que ya cuenta con oficinas operativas en Londres, París, Tokio, Nueva York, Sao Paulo, Gibraltar y Lisboa, tiene previsto abrir nuevas sucursales en Perpiña, Bruselas, Francfort, Milán, Roma, Hong-Kong y Los Ángeles.

Para Boada la verdadera competencia para los bancos son las cajas de ahorros, que en su opinión gozan de una notable ventajas derivada de no tener que repartir beneficios.

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