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La reestructuración financiera

El Banco de España adjudica la CAM al Sabadell con 5.249 millones en ayudas

El rescate de la caja, el más caro de la historia financiera española, se asume por el Fondo de Garantía del sector, que cubrirá el 80% de futuras pérdidas

Íñigo de Barrón

La primera gran intervención bancaria, la de Banesto en 1993, supuso una pérdida para el sector de 1.140 millones de euros. La de Caja Mediterráneo (CAM) ha disparado la factura hasta los 5.249 millones, casi cinco veces más, que pagará el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de bancos, cajas y cooperativas. Para las arcas del Estado, el efecto será nulo. "La operación ha sido un éxito. Si hubiéramos tenido que liquidar la CAM, el coste se habría triplicado", comentó un ejecutivo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

El Banco de España adjudicó ayer la CAM (mejor dicho, el Banco CAM) al Sabadell, el único que se presentó a la puja. El precio simbólico fue de un euro. Para hacerse cargo de la entidad, el banco presidido por Josep Oliu, un experto en fusiones tras protagonizar cinco en España, ha exigido que el Fondo recapitalice la entidad con 5.249 millones. Alrededor de la mitad de este importe podría convertirse en capital para el Sabadell y el resto en provisiones. Hasta septiembre, la caja alicantina perdió 1.731 millones.

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La inyección de capital incluye los 2.800 millones que iba a colocar el FROB para reflotar la entidad. Tras este desembolso, el Fondo de Garantía se quedará con un patrimonio de 1.344 millones, si bien cuando se ingrese la cuota de 2011, en febrero próximo, ascenderá hasta 3.000 millones. "No harán falta derramas adicionales", según el FROB, que descartó quiebras de entidades y, por lo tanto, responder con 100.000 euros por cuenta corriente.

Con esta compra, el Sabadell se convierte en la quinta entidad española por volumen de activos, con lo que supera por poco a su rival más directo, el Popular, que le desplazó recientemente de la última operación corporativa al hacerse con el Banco Pastor. La nueva entidad contará con 2.279 oficinas y 17.042 empleados, si bien reducirá su plantilla y su red de sucursales de manera notable.

Para la entidad presidida por Josep Oliu esta operación es a vida o muerte ya que supone absorber una entidad ("lo peor de lo peor, según el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez) que es casi igual de grande que el Sabadell. Oliu dijo que la operación "es una buena noticia para todos" y destacó que "devolverá la tranquilidad a los clientes" de la entidad alicantina y "a sus empleados, que deberán esforzarse mucho, pero con un horizonte despejado".

Además de recapitalizar la CAM, la entidad catalana se ha protegido ante la posible morosidad que surja. No es de extrañar que existan dudas ya que, antes de la intervención, los gestores de la CAM dijeron que la morosidad era del 9% y tras la llegada del FROB, el 22 de julio, la ratio subió al 19%. La cartera problemática -compuesta por créditos a promotores, a constructores, activos adjudicados, financiación a obras en curso, así como préstamos hipotecarios en dificultad de cobro- asciende a 24.000 millones. De ellos, las pérdidas que surjan en los primeros 4.000 millones se cargarán contra las provisiones actuales de la CAM. El problema es que si el Sabadell utiliza mucho este colchón, tendrá que reponerlo, al menos en una parte.

Las siguientes pérdidas, sobre una cartera de 20.000 millones, estarán cubiertas en un 80% para el Sabadell durante 10 años. El banco solo hará frente al 20% de los morosos que aparezcan, por lo que la pérdida máxima a la que se arriesga será de 4.000 millones. De nuevo, el Fondo del sector cubrirá la morosidad sobre 16.000 millones.

Según fuentes del FROB, la auditora Ernst & Young ha analizado durante mes y medio la cartera de 24.000 millones y considera que solo 5.500 millones pueden acabar siendo morosos. Si Ernst & Young acierta, los primeros 4.000 millones irán contra las provisiones de CAM (que ya formará parte del grupo Sabadell), y los 1.500 millones restantes se repartirán: 1.200 millones los asumirá el Fondo y 300 millones la entidad catalana.

Sin embargo, algunos expertos del mercado creen que las pérdidas que puede generar la CAM "estarán más cerca de los 10.000 millones que de los 5.500 millones, sobre todo teniendo en cuenta que 2012 se presenta más difícil". De hecho, dos de los bancos que finalmente no se presentaron habían pedido ayudas de 9.000 y 8.000 millones respectivamente. Estas cantidades eran inviables en la subasta ya que superaban el patrimonio del Fondo de Garantía. Fuentes del mercado comentaron que el Sabadell pidió, en principio, mejores condiciones y al final aceptó alguna rebaja.

El acuerdo, que está pendiente del visto bueno de Bruselas y del Ministerio de Economía, incluye una tercera ayuda: los vencimientos de liquidez. El Estado ha garantizado que renovará los vencimientos de los préstamos en el mercado mayorista con el aval del Reino de España, tal y como autorizó recientemente Bruselas. La CAM tiene 4.600 millones en créditos en los mercados mayoristas, que vencen a lo largo de 2012.

Además, cuenta con un préstamo del BCE de 7.700 millones. Si esta entidad no renueva los créditos, el Estado se haría cargo de ellos. "Esta posibilidad es casi cero, pero es una garantía que pidió el Sabadell por precaución", explicó un ejecutivo del FROB. Tras su intervención, el Banco de España dejó una línea de liquidez de 3.000 millones a la CAM para que hiciera frente a sus compromisos. Cuando el Sabadell se haga cargo de la entidad, deberá reponer todo el dinero utilizado.

Además de los riesgos por créditos morosos, el Sabadell deberá hacerse cargo del coste del cierre de oficinas y de la reducción de plantilla. La entidad presentará hoy los planes preliminares, pero se da por hecho que de los 6.432 empleados del Banco CAM, el Sabadell prescindirá de varios miles. En oficinas, el recorte también será notable. De todas formas, lo más difícil será devolver el espíritu comercial y competitivo a una plantilla que lleva casi dos años sin una dirección comercial, con una fuga de depósitos cercana a los 5.000 millones y con unos gastos que superan sus ingresos.

Los dos asuntos que ha cuestionado el mercado son por qué se retiraron las grandes entidades (Santander, BBVA y La Caixa) de la puja y si el Sabadell será capaz de tragarse un sapo tan grande. A la primera cuestión, que cayó como un jarro de agua fría en el Banco de España, el FROB respondió que "otras entidades tenían proyectos internacionales o no querían invertir más en la zona euro".

Respecto a la capacidad del Sabadell, el comentario de fuentes del FROB fue que "tiene una experiencia y una capacidad de absorber entidades como pocos, tanto en España como en Estados Unidos. Si no tuviera solvencia para aguantar esta operación, no lo hubiéramos permitido", afirmó.

En el mercado, la noticia cotizó bien para el Sabadell: subió un 1,07%, mientras que las cuotas participativas de la CAM perdieron un 9,35%. Se desconoce el futuro de las cuotas que, en principio, no dependen del Banco CAM sino de la caja.

"Con esta operación, el Sabadell incorporará una entidad previamente saneada y sin riesgos sustanciales adicionales a los de su propia franquicia", resumió Oliu. Lo cierto es que en 10 años, este banco ha multiplicado su tamaño por 3,5 veces. Pero nada ha sido tan arriesgado como la CAM.

Dos años para reestructurar el sector

- Por primera vez desde la intervención de Banesto en 1993, el Gobierno se ve obligado a rescatar a una entidad importante. Caja Castilla La Mancha, intervenida el 29 de marzo de 2009, cae por su alta exposición al sector inmobiliario y la morosidad. El Fondo de Garantía de las Cajas inyecta 2.475 millones de capital y 596 millones para créditos fallidos, así como una inyección de 3.000 millones para liquidez.

- El Parlamento aprueba el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el 8 de junio de 2009. Este fondo de rescate servirá para apoyar los procesos de integración voluntarios entre entidades y promoverá la resolución de crisis en las no viables. Un año y medio más tarde, los procesos de integración (fusiones o adquisiciones) han hecho que las cajas pasen de 45 entidades a 15. Además, el 98% del volumen financiero que mueven las cajas se gestiona a través de bancos

- El FROB inyectó 11.559 millones de euros para recapitalizar las entidades hasta el 15 de febrero de 2011. En una segunda fase, y con la intención de cumplir con las exigencias de capital principal impulsadas por el Gobierno, el FROB destinó otros 7.551 millones. Así, la cifra global de dinero público que ha requerido el sector financiero asciende a 19.110 millones, que van a la deuda del Estado pero no al déficit. Las entidades han pagado por este capital 2.000 millones en intereses.

- El Banco de España rescata a Cajasur el 21 de mayo de 2010. El FROB inyecta 800 millones. Al final, BBK recibe una ayuda de 392 millones por quedarse con la caja.

- El Gobierno fija el 10 de marzo de 2011 los niveles más altos de necesidad de capital de Europa: el 8% de capital principal para los que cuenten con inversores privados y el 10% para el resto.

- El Banco de España nacionaliza la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) para recapitalizarla el 22 de julio. Se convierte en la tercera caja intervenida por el Estado, que anuncia la inyección de 2.800 millones de capital y 3.000 millones más de liquidez.

- En julio, salen a Bolsa CaixaBank, Bankia y Banca Cívica. Además, CatalunyaCaixa, CAM, Banco Pastor, Unnim y Caja3 suspenden las pruebas de resistencia a la banca europea y el FROB inicia la valoración de las entidades que han solicitado ayuda.

- El Banco de España despide de forma fulminante el 28 de septiembre a la ex directora general de la CAM, María Dolores Amorós, sin indemnización, por prácticas de "contabilidad creativa" en su propio beneficio. Tras una pésima gestión y presentar cuentas falseadas, Amorós se adjudicó una pensión vitalicia de 370.000 euros anuales. La CAM se había convertido entre 2004 y 2010 en una financiera barata para sus dirigentes. La entidad concedió préstamos blandos a consejeros y miembros de la comisión de control por 161 millones.

- El Gobierno unifica los tres fondos de garantía de depósitos el 6 de octubre. Con este movimiento obliga a la banca a asumir el coste del rescate de las cajas para que los contribuyentes no paguen la factura de la reestructuración ni aumente el déficit público. Dos meses más tarde, la vicepresidenta Elena Salgado solivianta a la banca al anunciar que duplica o triplica, según los casos, la cuota que pagan al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que tiene 6.593 millones.

- El Banco Popular anuncia el 7 de octubre que compra el Pastor por 1.362 millones de euros en acciones. La entidad presidida por Ángel Ron ofrece a los accionistas del Pastor una prima del 31% sobre el cierre de cotización del día anterior. El Popular es casi seis veces más grande que la entidad gallega.

- El Banco de España interviene el Banco de Valencia -de BFA, matriz de Bankia- el 21 de noviembre, tan solo un día después de las elecciones generales. Para tapar el agujero de capital, el Estado aporta 1.000 millones de euros; y para el de liquidez, otros 2.000. El rescate público asciende en total a 3.000 millones.

- El Sabadell se adjudica la CAM el 7 de diciembre por el precio simbólico de un euro. El rescate de la entidad alicantina se convierte en el más caro de la historia de España. El Sabadell recibirá una inyección de 5.249 millones de euros del FGD y, además, una protección por las pérdidas no cubiertas que puede ascender a 1.200 millones.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.
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