_
_
_
_
_

El Banco de España alerta sobre la elevada deuda de las empresas, que crece un 30%

Las empresas deben moderar márgenes y no aprovechar para subir los precios

Íñigo de Barrón

Las empresas marchan bien, incluso mejor que hace un año. El Banco de España presentó ayer los datos de la Central de Balances, que incluye los datos hasta septiembre, y resaltó que "las empresas se han recuperado con fuerza de la desaceleración de 2005, ganan un 19,4% más, y se presenta una coyuntura favorable por las mayores exportaciones". Sin embargo, también alertó de riesgos, como el mayor endeudamiento, que ha subido un 30%, y el riesgo de que los empresarios eleven los márgenes y los precios, "lo que haría perder competitividad, la clave de todo".

A medida que avanza el año, mejoran las perspectivas empresariales. Ayer se conoció el comportamiento de las 737 principales empresas no financieras de España, que conforman el informe trimestral, en donde hay una escasa presencia de constructoras. La conclusión de José Luis Malo de Molina, director general del Servicio de Estudios del Banco de España, es que "continúa una racha alcista en los beneficios por la coyuntura expansionista de la economía española.

Las empresas están en la senda del dinamismo con mayor actividad exportadora (por la recuperación de la zona euro) y de inversión productiva, lo que ayuda a mejorar la productividad". Este capítulo se ha visto beneficiado por la moderación salarial "que ha permitido crear empleo y aumentar la rentabilidad de las empresas".

Sin embargo, éstas se enfrentan a una nueva época en la que no tendrán algunas ayudas que engordaron los beneficios del pasado y deberán afrontar riesgos importantes. El mayor de ellos lo ha causado el aumento de los tipos de interés. Las empresas españolas iniciaron en 2005 una fase expansiva, con compras de competidores y entrada en mercados extranjeros, que les ha exigido un fuerte endeudamiento. Así, hasta hace poco tenían incluso ingresos financieros que contribuían a los beneficios.

Esto no sólo se ha acabado, sino que ahora empieza a ser una losa. "Desde hace unos meses las cargas financieras ya drenan los resultados", comentó Malo de Molina. Hasta septiembre los gastos financieros han subido un 30%, en los balances trimestrales, cuando en marzo y junio el incremento era del 5%. No obstante, si se descontara el fuerte endeudamiento de Telefónica para comprar la operadora británica O2, el incremento de la financiación habría quedado en el 14%. Lo contrario ha sucedido con ingresos financieros, que han pasado de elevarse más de un 30% hasta quedarse en un 7% en septiembre pasado, si se compara con el tercer trimestre de 2005.

Para el Banco de España la situación es tan relevante "que debería ser vigilada por los gestores de las compañías y por los responsables de la politica macroeconómica, ante el posible endurecimiento de las condiciones en el futuro".

En el futuro, tendrán dos elementos de presión: por un lado subirán los tipos de interés y, por otro, aumentarán las cantidades prestadas para seguir financiando operaciones, según los cálculos del supervisor. Una prueba de que las empresas españolas están pidiendo altos volúmenes de créditos es que han superado a la media de la Unión Europea.

No obstante, este efecto se ha mitigado porque las plusvalías, los dividendos (de las filiales de América Latina) y los resultados extraordinarios se han disparado con una tasa positiva del 81%.

Pero también ha habido otro factor que ha restado fuerza a los resultados: las mayores provisiones por las pérdidas de valor de sus filiales extranjeras, que han experimentado un crecimiento del 93% frente a descensos en marzo y en junio.

Con todas estas tendencias entrecruzadas, el beneficio neto de las empresas no financieras creció un 19,4% en los nueve primeros meses del año, frente al aumento del 25,9% contabilizado en el mismo período del ejercicio precedente.

En cualquier caso, Malo de Molina no quiso ser alarmista y precisó que las compañías españolas están en "perfectas condiciones" para asumir los costes derivados de este aumento del coste de la financiación y centró los retos para las empresas en la mejora y mantenimiento de la competitividad. Asimismo, el director general del Banco de España apuntó que la política presupuestaria del Estado "va en el buen camino para favorecer la competitividad porque modera el gasto y mantener la estabilidad, pero lo importante llegará cuando se apliquen las medidas".

Freno a los precios

Otro de los grandes riesgos que planea en el horizonte empresarial es, según Malo de Molina, que el "fuerte tirón" de la demanda interna y el aumento de las exportaciones, se aproveche para trasladar al consumidor una subida de los precios. "Los empresarios no deben buscar ahora mayores márgenes porque se reduciría la competitividad de las compañías", comentó Malo.

Respecto al sector de la construcción, calificó de "sorprendente" su "resistencia" a unas tasas de crecimiento elevadas y auguró que todo parece indicar que ese dinamismo continuará a largo plazo.

La agenda de Cinco Días

Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_