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Bancos y cajas rechazan la 'tasa Tobin' pero creen que el IRPF subirá

Íñigo de Barrón

Segundo aviso del poderoso sector financiero al Gobierno. Si hace unos días fue la tasa sobre los beneficios bancarios lo que levantó recelos en el sector, ayer fue la llamada tasa Tobin, que gravaría las transacciones financieras internacionales.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero pidió el lunes por la noche en la ONU -y volvió a pedir ayer en la Universidad de Columbia- una tasa sobre las transacciones para ayudar a los países más pobres. Directivos de cajas y banqueros coinciden en rechazar de plano esta propuesta. La Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) considera que "no resuelve los problemas económicos" actuales y advierte de que "solo servirá para encarecer el crédito para las familias y las empresas". "Los clientes serían los que terminarían por pagarla", dijo la patronal de las cajas en línea con lo que ya manifestó hace unos días en una rueda de prensa respecto de un impuesto a la banca. Emilio Botín, presidente del Santander, considera que un nuevo impuesto "sería un obstáculo a la recuperación".

Entre los banqueros se cuestiona la técnica de aplicación de este impuesto y afirman que bastaría con que no se aplicase en un solo país o paraíso fiscal para que "la medida no sirviera para nada porque las transacciones son fáciles de desubicar".

El director general de la Fundación de Cajas (Funcas), Victorio Valle, calificó de "imbecilidad" la tasa Tobin y dijo, por el contrario, que será necesario subir el IRPF o el IVA para cumplir con la consolidación fiscal. En su opinión, un nuevo tramo de IRPF para las rentas que superen los 100.000 euros solo aportaría 185 millones, el 0,017% del PIB, informa Europa Press. Si se aplicara a los que ganan más de 150.000 euros aportaría unos 104 millones, el 0,009% del PIB.

"Poquitas reformas"

Durante unas jornadas, Valle explicó que no es que estuviera a favor de una subida de este tipo, sino que solo con la reducción del gasto no se conseguirá "ni de lejos" reducir un déficit que rondará el 9,7% del PIB en 2010 al 3% en 2013. "La mala noticia es que hay que tocar todas las rentas", ha indicado Valle.

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, respondió a Valle que con las "poquitas reformas" que se realizarán en 2011 será "suficiente" para reducir el déficit público. Salgado afirmó que la estructura fiscal es "suficiente" para reducir el déficit y ha recordado el "ejercicio de austeridad" que está realizando el Gobierno.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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