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El agravamiento de la crisis | Nuevas medidas en Italia

Berlusconi aumenta el IVA mientras una huelga general paraliza Italia

Nuevo giro en el plan de ajuste, con una versión suave del impuesto a los ricos

El Plan que debe salvar la economía italiana cambia otra vez. El IVA sube del 20% al 21%, se introduce un impuesto del 3% para quien gane más de 500.000 euros anuales y la edad de jubilación de las mujeres empezará a aumentar hasta los 65 años en 2014 y no en 2016. Son las últimas medidas fabricadas entre bastidores por el Ejecutivo de Silvio Berlusconi.

Las medidas se incluyen en el paquete de ajustes de 45.000 millones de euros necesario para recortar el Presupuesto en 2013 y alejar el fantasma del impago que flota sobre la Bolsa de Milán. En Roma, tras un mes de ausencia, Silvio Berlusconi se reunió ayer con la cúpula de su coalición. Los pesos pesados de Pueblo de la Libertad y Liga Norte remataron el texto, tras un maquillaje largo cuatro semanas. El plan llega hoy al Senado, donde será aprobado con una moción de confianza. El jueves el Consejo de Ministros dará luz verde también al diseño de la ley que introduce en la Constitución la prohibición de presentar Presupuestos con déficit, igual que se ha hecho en España.

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La apelación de Giorgio Napolitano, presidente de la República, que pidió medidas "más eficaces" y la presión sobre la deuda italiana, otra vez muy intensa después de los ataques de principios de agosto, le han metido prisa al Gabinete. Tanto que su jefe decidió someter el texto a la moción de confianza para acelerar la aprobación. Pero Berlusconi hizo más caso a las presiones dentro de los partidos que le apoyan y retiró las medidas que más impacto presupuestario habrían tenido. Por ejemplo, el denominado impuesto de solidaridad para las rentas superiores a 90.000 euros (5%) y 150.000 (10%). También se quedó a medio camino la reorganización de la administración territorial a cambio de un difuso plan de lucha contra el fraude fiscal.

Ahora Berlusconi recupera una versión más suave de la solidaridad fiscal. Y todo se termina de diseñar a contrarreloj, ya que el jueves el Banco Central Europeo (BCE) decidirá si mantiene el programa de compra de bonos. Roma sabe que debe mostrarse responsable, ya que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, subrayó el sábado en Cernobbio (cerca de Milán), que el organismo "no puede sustituir a los Gobiernos", corrigiendo sus errores. Tras perder un mes entero desde que Fráncfort exigió un plan de austeridad añadido al de julio, la prisa se apodera de Palazzo Chigi. Las nuevas medidas se cuelan en el texto, sin espacio alguno para un debate.

El IVA va a crecer un punto porcentual, una idea que Berlusconi acunaba desde que se dio cuenta de que debía subir los impuestos si quería garantizar a las arcas públicas los 45.000 necesarios para absorber el déficit. Lo que sus promesas electorales no podían permitirse era un aumento de la presión fiscal: así queda más disimulada. La cuota del 3% que va a gravar sobre las rentas a partir de 300.000 euros -y no 500.000, como se informó en un principio-, va a afectar a tan poca gente (35.000 personas de los 41 millones que presentan la declaración) y, por lo tanto, no pone en riesgo las alianzas políticas. La medida estará en vigor en 2012 y 2013.

En 2014 empezará a crecer la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado de los 60 años actuales y alcanzará los 65 años en 2026, es decir dos años antes respeto a la programación anterior al plan de ajuste. Para las funcionarias públicas, la jubilación a los 65 años entra en vigor en 2012.

Pero es sobre todo la mayor flexibilidad y libertad en el despido el punto que calienta la protesta en el país. "La reforma del Gobierno es injusta, no equitativa, incívica e irresponsable", dijo Susanna Camusso, secretaria del mayor sindicato italiano, CGIL. La central, convocante de la huelga general, tronó ayer contra el Ejecutivo y su medidas de austeridad, al final de una movilización que concitó el apoyo del 58% de los trabajadores. El Gobierno, por el contrario, cifró el seguimiento entre el 3% y el 5%.

Los efectos más caóticos de la protesta se sintieron en los aeropuertos italianos de Fiumicino y Ciampino en Roma, donde se cancelaron hasta 100 de los 220 vuelos previstos y donde largas filas de turistas aguardaban ante los mostradores de la distintas compañías para exigir información sobre sus aviones. Desde España, la cancelación afectó a 89 vuelos.

Aspecto de la manifestación ayer en Roma durante la jornada de huelga general.
Aspecto de la manifestación ayer en Roma durante la jornada de huelga general.ANDREAS SOLARO (AFP)

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