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Botín pide reformas, trabajo y confianza para salir de la crisis

Elude en la junta abordar la investigación fiscal abierta en la Audiencia

Íñigo de Barrón

El optimismo sobre la economía no abandonó, como en anteriores citas, a Emilio Botín, presidente del Santander, en la junta de accionistas. Dijo estar "convencido que España saldrá de la crisis como lo ha hecho siempre en los momentos difíciles. Lo que es necesario se resume en reformas, trabajo y confianza". Ante la crisis soberana, el primer ejecutivo del banco que más dinero gana del mundo, reclamó a la UE "más eficacia en la ejecución de medidas". Había expectación por conocer la explicación que daría a los accionistas en relación con la investigación sobre presunta evasión fiscal que pesa sobre la familia Botín, pero el primer ejecutivo no se pronunció. "No comento temas judiciales", dijo. Un accionista pidió que se votara la recusación del presidente, pero los accionistas lo rechazaron.

La entidad prevé repetir resultados en 2011 y mantener el dividendo

La Audiencia Nacional anunció el jueves que investiga un presunto fraude fiscal de la familia Botín, que ha pagado 200 millones en declaraciones complementarias. En su discurso no aludió al asunto, pero, posteriormente, un accionista, Antonio Panea, que pleitea sistemáticamente con el banco desde hace años y que ha perdido todos los casos, pidió el cese del presidente. Botín, en actitud nerviosa y elevando el tono de voz, le dijo que el asunto no estaba en el orden del día y que debía hacer "propuestas concretas" o le retiraría la palabra, como al final hizo. Fuentes de la entidad consideran que el asunto fiscal es un tema privado de los Botín por lo que no se trató en la junta. Otro accionista, Javier Sotos, abogado del mismo grupo que el anterior, solicitó el cese de Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, por estar condenado por el Supremo por acusación falsa. Botín respondió que Sáenz era "el mejor consejero delegado de la banca internacional" y que el Consejo decidió que no procedía su cese. También lo rechazó la junta.

Sobre la economía, el presidente comentó en el discurso: "La puesta en marcha de reformas estructurales está logrando que España se mantenga separada del resto de países periféricos. Es clave completar la reestructuración del sistema financiero". Para el Santander es un lastre ser español, pero Botín dijo que no abandonará el país. En referencia velada a las cajas, reclamó la recapitalización de algunas y su salida a Bolsa, así como "asegurar su rentabilidad, lo que exige cuidar los márgenes y reducir costes". Ni una referencia más a la política del Gobierno o la patronal, que fueron temas protagonistas otros años. Apenas dedicó un folio de los 11 que tuvo el discurso a la política.

Sobre la inestabilidad de los mercados apuntó que "después de tres años de fuerte crisis económica y financiera, podemos afirmar que la economía internacional está en recuperación, sobre todo en las economías emergentes". Poco más sobre la crisis del euro ("debe haber más coordinación y armonización en las regulaciones") y nada sobre la prima de riesgo que tanto castiga la cuenta de resultados de la entidad.

Alfredo Sáenz, vicepresidente, comentó que en Estados Unidos, Reino Unido y España "el sector privado sigue bastante endeudado, el volumen de crédito no solo no crece, sino que se reducirá algo en los próximos años". Sin embargo, Botín dijo que era "clave que los sectores productivos reciban la financiación necesaria. En el Santander, nuestro objetivo es atender a toda la demanda solvente de crédito".

Respecto a los resultados, el presidente del mayor banco de la zona euro comentó que esperaba obtener en 2011 "un beneficio en línea con 2010 y mantener el dividendo en 0,60 euros por acción". El Santander obtuvo 8.181 millones el ejercicio pasado, un 8,5% menos respecto al 2009. La entidad cántabra, presente en 10 mercados, emergentes algunos y maduros otros, solo obtiene el 15% de sus resultados en España y depende mucho de Reino Unido y Brasil. Dijo ser el banco más diversificado del mundo y reclamó a la UE más armonización de la regulación; mayor coordinación de políticas y "más eficacia en la ejecución de las medidas".

Emilio Botín llega a la sede del Palacio de Exposiciones de Santander.
Emilio Botín llega a la sede del Palacio de Exposiciones de Santander.PABLO HOJAS

El 15-M estuvo allí

Medio centenar de personas del Movimiento 15-M se concentró ayer en la puerta del Palacio de Congresos de Santander antes del comienzo de la junta, con silbidos y proclamas como "no sois españoles, sois unos ladrones" o "mucha corbata y poca vergüenza". Entre los 20 accionistas que tomaron la palabra, dos dijeron defender a los indignados. Botín les amenazó con retirarles la palabra porque sus reivindicaciones no estaban en el orden del día, a lo que uno de ellos respondió: "El 15-M está ahí fuera, pero acabará entrando aquí". "La banca genera esclavismo caníbal por su política especulativa", dijeron. Otro espetó: "O refunda el banco con otros criterios o lo convertirá en un vertedero". Botín respondió diciendo que han facilitado el primer empleo a 176.000 universitarios y que se destinan 105 millones a universidades. Otro accionista pidió la dación en pago por la vivienda ("lo estudiaremos", respondió Botín).

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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