_
_
_
_
_

Bouton deja la dirección de Société Générale tras el 'caso Kerviel'

La banca francesa Société Générale (SG), que protagonizó el pasado mes de enero uno de los fraudes más espectaculares de la historia de las finanzas, ha decidido finalmente proceder a una reestructuración de su cúpula directiva. El presidente Daniel Bouton dejará el cargo de director general, aunque mantendrá la presidencia del consejo, lo que supone abandonar su capacidad ejecutiva.

El pasado mes de enero, Société Générale se vio obligado a deshacerse apresuradamente de las posiciones en Bolsa por valor de hasta 50.000 millones de euros que había tomado uno de sus operadores, Jérôme Kerviel, perdiendo en el proceso 4.900 millones. Este quebranto, junto con las pérdidas de otros 2.000 millones de euros derivadas de sus inversiones en las hipotecas de riesgo, acabó imponiendo una ampliación de capital por 5.500 millones de euros para evitar ser objeto de una OPA por parte de la competencia.

Más información
Société Générale, multada con 4,9 millones por el fraude que le hizo perder 4.500

El director general y nuevo hombre fuerte del grupo será Frédéric Oudéa, de 44 años, que el mes pasado ya fue promovido al puesto de director general delegado, y a quien se consideraba como el delfín de Bouton. Estos cambios se aprobarán en la junta del próximo 12 de mayo, que también nombrará a Philippe Citerne y Didier Alix como directores generales. Citerne, sin embargo, dejará la dirección del consejo de administración.

El sucesor natural

El consejo de SG aprobó ayer estas medidas y se felicitó por el "éxito de la recapitalización del banco". La carrera de Oudéa, que se encargará de la gestión del banco, ha sido meteórica. El hombre que entre 1993 y 1995 fue consejero de Nicolas Sarkozy, cuando éste ocupaba la cartera de Presupuestos en el Gobierno de Eduard Balladour, ha pasado por delante del supuesto sucesor natural, el director de la banca de financiación e inversiones Jean Pierre Mustier, que ha visto cómo el escándalo Kerviel le apartaba de la carrera por dirigir el banco.

Pero más allá de estos cambios de sillas, ni Bouton ni Mustier parece que vayan a tener que vayan a pagar los platos rotos por el escándalo Kerviel. Los analistas financieros criticaban ayer duramente el hecho de que el consejo de SG haya sido tan benévolo con quienes permitieron bajo su mandato que se produjera un escándalo de tales dimensiones que a punto estuvo de acabar con esta vieja institución.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_