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Bruselas pide a Irlanda que acabe con el modelo de competencia fiscal desleal

La UE da un paso para reducir su presencia en el FMI en favor de los emergentes

Andreu Missé

El modelo irlandés que había basado buena parte de su éxito económico en los bajos impuestos ha llegado a su fin. La crisis financiera que ha elevado el déficit público hasta la increíble cifra del 32%, debido a las ayudas a sus bancos, obligará al Gobierno de Dublín a aumentar sus impuestos y acabar así con su modelo de dumping fiscal. Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, advirtió ayer de que "en la próxima década, es un hecho innegable, que después de lo que ha ocurrido, Irlanda no continuará como un país de bajos impuestos, sino que más bien se convertirá en un país fiscalmente normal en el contexto europeo".

Rehn hizo estas manifestaciones al finalizar el consejo informal de Economía que debatió también el espinoso asunto de establecer impuestos a la banca para recuperar al menos una parte de las cuantiosas ayudas proporcionadas por los Gobiernos con el dinero de los contribuyentes.

Tanto Irlanda como Portugal deberán recortar el déficit según lo pactado

El sistema de competencia fiscal desleal irlandés basado en un impuesto de sociedades del 12,5%, frente a una media europea del 27% ha sido barrido por la crisis. La deslocalización de empresas debido a las ventajas fiscales hacia Irlanda había causado un fuerte malestar en muchos países de la UE, que mantienen una imposición fiscal más elevada y menos diferenciada entre sí. En Francia y Bélgica, el tipo de sociedades es del 34%; en Alemania y España del 30% y en Reino Unido del 28%.

En materia fiscal tanto Rehn como Jean-Claude Trichet, presidente del BCE insistieron en que "es esencial que Irlanda haga honor a sus compromisos" para reducir el déficit hasta el 3% en 2014. Rehn precisó que esperaba que en los próximos días, el Gobierno de Dublín presente un plan detallado "año por año y sector por sector" sobre su plan de reducción del déficit. También se exigió a Portugal nuevos compromisos para ajustar sus cuentas públicas.

Didier Reynders, ministro de Finanzas de Bélgica, negó que la UE hubiera hecho una recomendación específica a Irlanda sobre su política fiscal, pero precisó que "si la consolidación fiscal tiene lugar en muchos países de la UE, puede ser beneficiosa para pensar en una armonización fiscal". Desde hace años la Unión intenta infructuosamente alcanzar un acuerdo para establecer un tipo mínimo sobre el impuesto de sociedades, para lo que se precisa la unanimidad.

Reynders anunció también al final del Consejo que los Estados miembros se habían puesto de acuerdo en reexaminar su presencia en el órgano de Gobierno del FMI. "Se trata", señaló el ministro de Finanzas belga, "de ver cómo se puede organizar una revisión de las cuotas a favor de los países emergentes y de los países subrepresentados, pero también de intentar cambiar el funcionamiento del Consejo". Reynders indicó que la propuesta podría implicar "la modificación de dos puestos en la mesa". La iniciativa supone que la representación europea de nueve puestos de los 24 que tiene el Consejo pasaría a siete a través de un sistema de rotación.

La vicepresidenta segunda del Gobierno Elena Salgado manifestó que la reducción del peso de la UE en el Fondo no afectará a España porque está infrarrepresentada. España comparte silla en el directorio del FMI con México y Venezuela. "Nosotros", dijo Salgado, "estamos infrarrepresentados y por lo tanto lo que pedimos es que si hay un trasvase de cuotas sea hacia los países cuya representados es inferior a su peso".

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, marcha junto a Elena Salgado, ayer en Bruselas.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, marcha junto a Elena Salgado, ayer en Bruselas.AP

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