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La primera crisis del euro | El control de las cuentas públicas

Bruselas vigilará a los Estados para evitar falsificaciones en las cuentas

La Comisión refuerza los poderes de auditoría de Eurostat - La UE pide a Grecia que aclare el papel de Goldman en el encubrimiento de su deuda

Andreu Missé

La Comisión Europea pidió ayer reforzar los poderes de Eurostat para poder auditar y verificar sobre el terreno las estadísticas de los países de la UE, especialmente los que se encuentran sometidos a expedientes de déficit excesivo, que actualmente son 20 -entre ellos España-, porque su déficit público ha rebasado el 3% del PIB. La propuesta de Bruselas prevé "más frecuentes y más exhaustivas visitas" por parte de los funcionarios de Eurostat a estos países. En casos excepcionales, cuando se hayan comprobado irregularidades estadísticas serias -como ha ocurrido en Grecia-, Bruselas propone que "Eurostat tenga acceso a las estadísticas de todos los niveles de Gobierno, incluidas las de la Seguridad Social", según fuentes de la Comisión.

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El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, manifestó ayer que la propuesta sobre los poderes de auditoría de Eurostat "reforzará sustancialmente la capacidad de la UE para contrarrestar las informaciones sobre datos estadísticos erróneos". También se solicita que Eurostat pueda efectuar vistas de carácter metodológico cuando se hayan detectado "problemas específicos". En este contexto, "los Estados Miembros deberán proporcionar a Eurostat acceso a información relevante sobre los datos fiscales".

Rehn recordó que "cada Estado miembro tiene la responsabilidad de proporcionar información fiable y exacta de sus cuentas nacionales y finanzas públicas". "Es absolutamente esencial", añadió, "para el funcionamiento de la zona euro y la confianza mutua en la UE".

Hace dos años, el entonces comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, solicitó reforzar los poderes de control de Eurostat, pero la iniciativa fue rechazada por el Consejo.

Las irregularidades del anterior Gobierno griego de Kostas Karamanlis fueron puestas de relieve por el actual primer ministro el socialista, Yorgos Papandreu, que el 21 de octubre comunicó a Bruselas que el déficit público previsto para 2009 sería del 12,5%, en lugar del 3,7% comunicado tres semanas antes por el anterior Gobierno.

A la vista de estas discrepancias, el 22 de octubre Eurostat expresó una reserva general "debido a las significativas incertidumbres sobre las cifras comunicadas". La nula fiabilidad de las estadísticas griegas quedó patente en el informe publicado por Eurostat en enero en el que se acusaba a Grecia de haber estado falsificando sus estadísticas. El informe recordaba otro anterior de 2004 en el que ya se indicaba que Grecia había comunicado cifras erróneas sobre el déficit y la deuda publica entre 1997 y 2003. El informe aludía a tal cúmulo de errores que implicaba la falta de credibilidad de la contabilidad griega.

Algunos bancos de Wall Street, como Goldman Sachs y J.P. Morgan, ayudaron al Gobierno griego en las manipulaciones de las cuentas para camuflar la amplitud de su deuda, según The New York Times, que indica que Goldman ganó 300 millones de dólares (unos 220 millones de euros) con la operación. Los bancos diseñaron para Grecia productos financieros complejos con divisas (permutas o swaps) que permitían al Gobierno diferir la aparición de la deuda, según las conclusiones de una investigación interna realizada por las autoridades griegas. Las operaciones se iniciaron en 2001, el año en que Grecia se incorporó a la zona euro.

A la luz de estas informaciones, la Comisión solicitó ayer información a Atenas. El portavoz del comisario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, asegura que "Eurostat no estaba al corriente de estas transacciones".

Según The New York Times, en fechas tan recientes como noviembre del año pasado, pocos meses antes de Grecia se encontrara envuelta en una tremenda crisis financiera, un equipo de Goldman Sachs, dirigido por su presidente Gary Cohn, se trasladó a Grecia para aplicar un instrumento financiero que habría permitido aplazar a un futuro lejano el peso de la deuda social.

Con independencia de las actuaciones en materia estadística, Rehn ha anunciado también que la Comisión Europea planteará propuestas para reforzar la coordinación y la vigilancia de las políticas económicas nacionales dentro de la zona euro.

La crisis griega ha puesto de relieve la incapacidad de la zona euro de actuar en defensa de un país por falta de instrumentos adecuados. Equipos de la Comisión y el Banco Central Europeo, así como expertos de Francia y Alemania, han trabajado en ello sin resultados concretos. Por esta razón, los líderes europeos acordaron solicitar al Fondo Monetario Internacional el envío de expertos para implantar los instrumentos de rescate. Bruselas reconoce que por el momento la UE carece de equipos humanos especializados para poner en marcha este tipo de ayudas, en las que si tiene una larga experiencia el FMI, aunque con resultados muy desiguales.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Paul Juncker, junto a la ministra francesa Christine Lagarde, y casi de espaldas, Elena Salgado.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Paul Juncker, junto a la ministra francesa Christine Lagarde, y casi de espaldas, Elena Salgado.AP

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