Camacho insiste en la necesidad de convocar huelga
Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, reafirmó ayer su convencimiento de que la convocatoria de una huelga general es una necesidad, pero supeditó urja acción semejante a la undiad sindical. Camacho ante miles de delegados de CC OO reunidos en la plaza Mayor de Madrid, defendió la realización de movilizaciones contra una ofensiva del Gobierno, la banca y el gran capital" ayudados, según sus palabras, por los medios de comunicación. Tras la asamblea, los delegados fueron en manifestación hasta el Ministerio de Hacienda, donde se depositó un escrito reivindicativo.
"La huelga, de la que yo soy partidario, exige la unidad". Con estas palabras Marcelino Camacho intentaba ayer calmar los gritos de miles de delegados que reclamaban de forma casi contínua la huelga general, durante la asamblea de la plaza Mayor de Madrid.La intervención de Camacho ante los 10.000 o 15.000 delegados trasladados a Madrid, fue muy smilar a las que últimamente viene realizando: dibujó un partorama sombrío de la situación económica actual para pedir la unidad de los trabajadores y la acentuación de las protestas.
Aunque no hizo un llamamiento explícito a la huelga general, sí convocó en distintas ocasiones a la "movilización general". Preguntó si eran "suficientes las acciones parciales para mellar la política económica", y si no era ya el momento de ir a una movilización general. Él mismo contestó diciendo que sí, que lo era.
El discurso de Marcelino Camacho estuvo salpicado de citas periodísticas. El secretario general de CC OO, que en algunos momento coreó desde el micrófono los gritos de "hueeeeeeelga, hueeeeeeeelga" lanzados por los asistentes, dedicó una parte importante de su intervención a arremeter contra los periodistas y los medios de comunicación.
Ataques a la Prensa
Especial virulencia adquirieron sus palabras al referirse a EL PAÍS, diario al que acusó de estar "al servicio de los intereses del gran capital" y de ser el órgano oficioso gubernamental", para añadir que "refuerza en estos momentos sus intrigas y agresividad contra CC OO". "Nos insultan, nos calumnian", dijo Camacho, "y no pocas veces nos silencian". Como ejemplo ilustrativo de ese silencio de los medios dijo que una agencia le había hecho una entrevista que apenas había sido difundida.
Entre los delegados arreciaban, mientras tanto, los gritos pidiendo la huelga general. Cuando, a punto de terminar su discurso, comenzó a enumerar las acciones a realizar antes de la jornada de movilizaciones del día 10 de abril, los gritos pidiendo la huelga hacían muy difícil escuchar las palabras de Camacho.
Él mismo tuvo que pedir silencio a un grupo especialmente activo en sus demandas, reafirmando que él era partidario de la huelga general, y asegurando que la huelga se produciría pero que antes había que lograr la unidad. Y recordó que la resolución del consejo confederal así lo había decidido.
Detrás de él, el secretario general de la Comisión Obrera Nacional de Cataluña, José Luis López Bulla -que en el consejo se opuso a la huelga general-, tocado con una gorra del tipo obrero ruso, acentuaba su aire ausente. Julián Ariza fumaba un cigarrillo tras otro.
Había estado amenazando lluvia toda la tarde. Y, de pronto, comenzó a caer una intensa granizada sobre los reunidos. En un rápido reflejo, Marcelino Camacho animó a los asistentes a corear "Aunque se moje, Comisiones no se encoge". Nadie abandonó la plaza.
Manifestación
En el acto de ayer intervinieron, además, Juan Moreno, secretario general de Madrid, una representante de los sindicatos de Nicaragua y Juan Ignacio Ramos, por el sindicato de estudiantes. Al término de la asamblea, los delegados se dirigieron en manifestación hacia el Ministerio de Hacienda, donde una delegación de CC OO entregó un escrito con las reivindicaciones sindicales.
Aunque la delegación intentó entregar el escrito al propio ministro o algún alto cargo, ante el anuncio de que todos se encontraban ausentes, optó por dejarlo depositado en el registro del ministerio.
