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Marcelino Camacho pierde la presidencia de CC OO

Antonio Gutiérrez, reelegido secretario general del sindicato con el 66,3% de los votos

El Congreso de CC OO ha decidido la retirada definitiva de Marcelino Camacho. El veterano dirigente ha perdido la presidencia el sindicato y así lo sancionaron 571 delegados que, anoche le dieron su voto negativo (57,2%), frente a 366 síes (36,7%), 43 abstenciones, 3 votos nulos y 12 en blanco. Previamente habían aprobado una enmienda que, por si acaso, convertía la presidencia en honorífica y le restaba prácticamente todas sus funciones. Camacho sale perdedor de las dos batallas en la pugna con la mayoría del sindicato. El sindicalista hizo gala anoche de su peculiar personalidad y se fue a casa sin esperar a conoces el recuento de la votación que acabó con sus 32 años al frente de CC OO, los ocho últimos como presidente. Desde su casa comentó que había sido "un congreso manejado desde arriba y antidemocrático". Su oponente, Antonio Gutiérrez, ha sido refrendado como secretario general para los próximos cuatro años en un tercer y, estatutariamente, último mandato. Ha obtenido un respaldo de 657 votos (66,3%) y un rechazo de 317 (32,2%) con 13 abstenciones y tres blancos. De los 20 miembros que componen la ejecutiva, Gutiérrez cuenta con 13 -incluido el secretario general-, tras recibir el apoyo de 651 votos. Agustín Moreno estará acompañado por otros seis miembros del, sector crítico en la ejecutiva, una vez que su candidatura ha obtenido 339 votos favorables (el 34,1%).

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El congreso se cerrará hoy, tras tres días de debate en los que el sector mayoritario no ha aprobado una sola enmienda de las presentadas por los críticos en el denominado libro verde. Las diferencias han ido en aumento y llegaron ayer a un punto irreconciliable durante la discusión sobre el futuro de Marcelino Camacho. El líder de los críticos, Agustín Moreno, apeló precisamente a la pluralidad y atacó la uniformidad cuando defendió la lista a la ejecutiva que encabeza. "Buscar la uniformidad no es bueno", dijo, "un sindicato no tiene un consejo de ministros. Es una grave irresponsabilidad el abrir esa dinámica". Por esa misma razón pidió a los delegados que votasen su lista en detrimento y, además, porque él asegura que significa "la pluralidad y forzar la síntesis" en el sindicato.

Moreno lanzó también una crítica a los proyectos de Gutiérrez de distribuir las secretarías y los cargos de responsabilidad de la ejecutiva, sólo entre los miembros de la mayoría. Los críticos quedarán relegados a vocales, y la ejecutiva será plural, pero la gestión del día a día no. "No queremos cargos, no queremos responsabilidades que tengan el precio del silencio", afirmó Moreno. En defensa de Marcelino Camacho, Antonio Rodrigo Torrijos y Agustín Moreno recurrieron a la historia y al pasado del veterano dirigente, y utilizaron expresiones que sonaron a un cariñoso adiós. José Manuel de la Parra, en defensa de la, lista mayoritaria, adIvirtió que él iba a utilizar "menos apelaciones a cosas que están en el corazón de todos nosotros". "Aquí", añadió, "no vamos a votar la historia ni la tradición, sino a los hombres y mujeres que deben dirigir el sindicato en los próximos años".

Antes, en la sesión de la mañana, Antonio Gutiérrez expuso un discurso de resumen y respuesta a lo sucedido durante el congreso. El secretario general del sindicato abordó el debate sobre el reparto de trabajo y la reducción de jornada, y advirtió que estas medidas no siempre consiguen el objetivo perseguido, es decir, la creación de empleo. Por ello, pidió que de tomarse se acompañen de otras alternativas, como el fortalecimiento de la política industrial, de la formación profesional y de las fórmulas activas de empleo.

Gutiérrez aseguró que hará una defensa radical del modelo de protección social español y aclaró que el movimiento sindical "no será un freno para la unión económica, monetaria, social y política de Europa". "Somos un vector de fuerza que se mueve en sentido contrario al capital y que tiene como objetivo hacer una Europa más fuerte", dijo. Además, el líder de CC OO recordó que el objetivo central del sindicato es el empleo.

Junto a estas pinceladas de por dónde caminará CC OO en los próximos tiempos, Gutiérrez intercaló duros ataques contra Moreno y Camacho. Sobre el primero realizó la siguiente alusión: "Es posible que alguno lleve perdigonazos en las alas [acusación de Moreno contra Gutiérrez]. Ahora bien, ninguno de esos perdigonazos es comparable al bombardeo que no ha cesado de descargar sobre el batallón de la confederación, aun estando sentado en la mesa de los generales". Unas críticas que completó acusando a Moreno de parapetarse detrás de la figura de Camacho. A éste también le dedicó buena parte de la intervención, aunque la frase más contundente contra él fue: "Soy capaz de respetarle [a Camacho] más que él a sí mismo". "No hay ajuste de cuentas" y "nadie ha venido a crucificar a nadie", fueron otras frases.

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