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José Valentín Antón, elegido secretario general

José Valentín Antón, diputado socialista en el Parlamento autonómico catalán, resultó elegido secretario general de la UGT de Cataluña en el congreso extraordinario celebrado por este sindicato, durante el pasado fin de semana, en Barcelona. Las sesiones congresuales reflejaron el conflicto interno de lucha por el poder que viene experimentando la UGT catalana, habiendo abandonado ocho delegaciones el congreso en la jornada del sábado, tras una fuerte tensión.

Las delegaciones citadas corresponden a las federaciones de industria más importantes -entre ellas, construcción, químicas y textiles-, así como a las uniones comarcales de Gerona y Vallés Oriental. Un total de sesenta delegados sobre trescientos abandonaron el congreso, según fuentes oficiales del sindicato.La composición del nuevo secretariado puede entenderse como el resultado de un pacto entre la línea continuadora del colectivo dirigido por Luis Fuertes y la presencia de un sector centrista del PSC-PSOE. La permanencia del secretariado saliente se garantiza a través de los miembros reelegidos Jesús Armendáriz, Antonio Guevara y Agustín Martínez. Por otra parte, se incorpora Jesús Salvador -abogado y secretario general técnico de la Consejería de Trabajo de la Generalidad durante la época de Tarradellas- y Santiago Riera, encargado de relaciones sindicales del PSCPSOE.

Estas dos nuevas incorporaciones, junto a la presencia de Nuria Bozzo y Eduardo del Prado, significan un considerable cambio de imagen de la UGT caialana, así como una mayor capacitación de la dirección del sindicato. La sustitución de Luis Fuertes por Valentín Antón, quíen hasta ahora había sido secretario de formación de la UGT estatal, confirma asimismo una mejor imagen de la central.

En el congreso se rechazó casi por unanimidael la gestión del comité nacional saliente, aprobándose, en cambio, las tareas efectuadas por el anterior secretariado. Este sorprendente resultado se explica por las batallas personales internas que se han venido desarrollando en torno a la reestructuración del sindicato. Las delegaciones federativas de industria que abandonaron el congreso han sostenido su oposición a la ejecutiva saliente con el argumento de rechazo a la preponderancia de las estructuras de ramo sobre las territoriales.

La discusión no es ajena a un contenido político, dado que las federaciones de industria de la UGT se organizan entre sí a nivel estatal. Debido a ello, el mayor peso de estatales aleja los centros de decisión del sindicato en Cataluña en temas tan importantes como la negociación colectiva o los expedientes de crisis. Sin embargo, el abandono del congreso por parte de seis federaciones y dos uniones comarcales no puede entenderse como una oposición a la citada reestructuración, dado que sus protagonistas son, precisamente, las principales federaciones, a excepción del metal.

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