La CNE expedienta a siete plantas eléctricas por una posible manipulación del mercado

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha decidido investigar, una vez más, qué sucede con los precios en el mercado eléctrico. Fuentes del órgano supervisor aseguraron ayer que, desde el mes de septiembre, se examinan informes de supervisión que afectan a las principales empresas.

Ayer, en concreto, el consejo de la Comisión aprobó "abrir siete nuevos expedientes informativos a fin de establecer el posible ejercicio de poder de mercado [por las empresas]". Los siete últimos expedientes recogen las ofertas de precios reflejadas en los boletines semanales de supervisión y los mecanismos de la operación del sistema correspondientes a las semanas del 20 al 26 de octubre y del 27 de octubre al 2 de noviembre. En esas fechas los precios alcanzaron los 300 euros Megavatio-hora.

La CNE no detalló las empresas afectadas por los expedientes. Fuentes del organismo explicaron que al publicar la apertura de expedientes se trata, a un tiempo, de salvaguardar la imagen de las sociedades afectadas (los expedientes son sólo informativos) y de que cesen las prácticas sospechosas. Esas prácticas consisten, esencialmente, en reservar las ofertas de determinadas plantas de generación en el mercado mayorista hasta que la demanda llegue al límite y su aportación es indispensable (mercado de restricciones). Entonces, las plantas reservadas a propósito entran en funcionamiento y las empresas propietarias cobran el precio máximo por kilovatio registrado en el mercado durante la jornada.

Las sospechas por posible manipulación de los precios de la electricidad forzando al máximo los mecanismos de casación de oferta y de demanda no son nuevos. Ya hace dos años, Endesa destapó la caja de los truenos al acusar a sus competidoras, en especial a Iberdrola y a Gas Natural, de manipular los precios para engordar sus ingresos. Los sosbrecostes, según la compañía, también beneficiaron a Viesgo, Gas Natural y Unión Fenosa. Las empresas acusadas, por supuesto, negaron los hechos

Industria también terció en la polémica y, hace un año, prohibió a las eléctricas comprar y vender electricidad en la misma franja horaria en el mercado mayorista; obligó a las compañías a alquilar a un tercero parte de la capacidad de las centrales más caras (subastas virtuales de capacidad) e impulsó la contratación bilateral de energía.