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Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona posponen su fusión por la falta de ayudas

Las cajas desconvocarán las asambleas ante el retraso del fondo bancario

El bombardeo de mensajes que ha caído sobre las cajas españolas en los últimos meses las azuza para que se den prisa en concretar planes de fusión para poder pedir las correspondientes ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), diseñado para ayudar a redibujar el mapa financiero, antes de que el cambio de humor sobre la economía internacional propicie un cierre del grifo desde Bruselas a toda ayuda. Pero las mismas autoridades que presionan han acabado por frenar la fusión más avanzada que hay en marcha en España.

Las asambleas generales de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, que tienen que aprobar su fusión, se han quedado sin fecha. Los consejos de administración de las tres entidades se reunirán a finales de esta semana, previsiblemente el viernes y con carácter extraordinario, para desconvocar las asambleas previstas para el próximo 21 de enero, según confirmaron ayer fuentes financieras.

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La fusión no peligra, pero en un proceso calificado de "chapucero" en alguna de las entidades implicadas se ve obligada a posponerse: y es que el calendario avanza y todavía no hay luz verde de la Comisión Europea al FROB. Hace pocas semanas, la comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, culpó a las autoridades españolas del retraso, por no haber enviado todavía toda la información.

Las cajas Catalunya, Tarragona y Manresa, que suman 81.606 millones de euros en activos y gestionan unos recursos de clientes de 67.896 millones, reclaman al FROB 1.315 millones de euros. Los gestores de estas entidades siempre han defendido la necesidad de aprovechar este instrumento para facilitar un importante proceso de recapitalización, lo que se traduce en pedir la máxima cuantía posible, aunque luego haya que devolverla en cinco años y con elevados intereses.

Distintas fuentes financieras apuntaron ayer a la posibilidad de que no les sea concedida una cifra tan elevada. Y es que, según fuentes solventes, aún no está cerrado que el tope de ayudas que se pueda conceder que se fije sea una cantidad equivalente al 2,5% de los activos ponderados de riesgo de la resultante. Y si este tope baja, hay menos dinero para las cajas, que cuentan con el respaldo del Banco de España en su plan. No es el único detalle abierto.

La otra fusión en marcha de cajas catalanas (Caixa Manlleu, Caixa Girona, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa) pide cerca de 500 millones. Al menos por ahora, mantiene la fecha de sus asambleas para el 8 de febrero. Si no hay FROB para entonces (el comisario español Joaquín Almunia ya habrá relevado a Kroes), no descarta aprobar igualmente el proyecto, condicionado a las ayudas. O incluso sin ellas.

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