CiU logra que el Congreso pida al Gobierno un plan anticrisis

Los Presupuestos del Estado para el próximo año no vendrán solos. Se acompañarán por un plan de soluciones, en múltiples direcciones, para tratar de hacer frente a la crisis económica. Así será gracias a la tenacidad de CiU y su portavoz económico, Josep Sánchez Llibre, que durante días ha negociado con todos los grupos para lograr que el Congreso aprobara esta exigencia al Gobierno.

Como resultado, la Cámara respaldó ayer una moción, pactada entre CiU, PSOE y PP, en la que se exige al Gobierno que junto a las cuentas del Estado presente un plan "anticrisis" con la veintena de medidas que forman esta moción. Éstas "se aplicarán a lo largo de la legislatura para hacer frente a la caída de la actividad y la destrucción de empleo".

Un bloque se destina a luchar contra la inflación y contra el desempleo, con la recolocación de trabajadores en paro. Otras para reducir los efectos de las tensiones de los mercados internacionales. Medidas de apoyo a la demanda interna y propuestas de política fiscal y de rentas "para reducir costes de la actividad productiva". La "reforma del mercado laboral", también se cita pero se deja su desarrollo "al diálogo social".

El estímulo al desarrollo y la investigación, medidas para la "liberalización de la economía"; energéticas, contra la morosidad, y para garantizar el sistema de pensiones son otro bloque de estas peticiones al Gobierno para salir de la situación "compleja y difícil", como ayer la definió el vicepresidente económico, Pedro Solbes. A su juicio la quiebra de Lehman Brothers no tendrá un impacto importante en España. "Se trata de unas decenas de millones de euros, por lo que el Gobierno está tranquilo, aunque la situación no está resuelta".

Debilidades

El elevado déficit exterior de España y su dependencia energética son las debilidades de la economía nacional que se han visto "amplificadas por el precio del petróleo y la crisis financiera estadounidense", explicó Solbes.

No todos estaban satisfechos con la iniciativa aprobada en el Congreso. "Se toca todo y no se toca nada", señaló el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que se abstuvo en la votación. En efecto, la relevancia de lo aprobado será mayor o menor según el Gobierno concrete las medidas. Pero el negociador Sánchez Llibre no estaba dispuesto a que le aguaran el resultado de sus desvelos no sólo por el contenido de las medidas sino sobre todo porque logró cierto compromiso de corresponsabilidad del resto de los grupos. De hecho, es la primera vez que todos se unen en una iniciativa sobre la crisis económica.

No obstante, el dirigente nacionalista a lo largo de las negociaciones con el portavoz económico del PSOE, Manel Mas, ha tenido que rebajar sus pretensiones y dejar en manos del Gobierno la concreción de las medidas y, por tanto, eliminar las que proponía en un primer borrador de la moción. También el portavoz del PP Jaime García-Legaz ha aceptado este texto, al considerar que por primera vez "el Gobierno empieza a reconocer la crisis después de la pasividad en la que se había situado".