_
_
_
_
_
Reportaje:

Coaliciones contra los impuestos

Google y Apple coinciden en pedir que se pague menos por repatriar beneficios

Volvió la actividad a Washington tras el verano y con ella se alzan las espadas en la batalla fiscal, con dos rivales definidos. De un lado, la Casa Blanca, que con el déficit disparado busca incrementar la recaudación. De otro, las grandes multinacionales, que suman fuerzas para pagar lo menos posible. El choque está creando alianzas insólitas. Google y Apple arriman juntas el hombro para pagar menos impuestos por los beneficios que acumulan en el extranjero. Se suman a una coalición en la que también están Microsoft, General Electric, Oracle o Pfizer, gigantes que se ahorran cientos de millones de dólares dirigiendo las ganancias hacia países con una imposición favorable.

El impuesto de sociedades en EE UU ronda el 35,1%. Sin embargo, la fiscalidad efectiva es del 27%, y se reduce hasta el 20% en el caso de las empresas con más de 10.000 millones de dólares (7.500 millones de euros) en activos. Eso lo consiguen estableciendo los llamados centros de beneficios, para no pagar en EE UU.

A diferencia de otros países, EE UU solo aplica el impuesto de sociedades cuando se repatrían los beneficios. Eso, en números, se traduce en unos 1,37 billones (un billón de euros) que escapan al control del fisco, según JP Morgan. El objetivo de estos mastodontes es lograr una amnistía fiscal para repatriar los fondos pagando en torno al 5%.

El abanderado de la batalla es John Chambers, de Cisco Systems. Su empresa amasa 37.000 millones en el extranjero. Pero los que hacen el trabajo de sensibilización son lobistas como Jeffrey Forbes, antiguo jefe de gabinete del senador Max Baucus.

Baucus preside el comité financiero, que calcula que la medida costaría 78.700 millones en la próxima década. Como detalla Bloomberg, Forbes forma parte de una armada de más 160 lobistas que trabaja una medida similar a la adoptada en 2004.

Y todo esto sucede a la vez que se quiere cambiar la fiscalidad de las empresas, de lo poco en que demócratas y republicanos coinciden. El último ajuste data de la era de Ronald Reagan, cuando el impuesto de sociedades se redujo 12 puntos tras eliminar incentivos y deducciones fiscales. La diferencia está en cómo hacerlo.

El argumento de Chambers, apoyado por la Cámara de Comercio, es que ese guiño ayudará a impulsar la economía. Una justificación que, con las presidenciales a un año vista y una tasa de paro que no baja del 9%, cala.

Uno de ellos es Charles Schumer, el influyente senador demócrata por Nueva York. Antes del verano se metió de lleno en el debate apoyando la petición de las corporaciones. En el pasado se opuso. Ahora quiere que con ese dinero se financien proyectos en infraestructuras. También lo ven así los aspirantes republicanos a las presidenciales. Sin embargo, es el coste de la medida y sus beneficios lo que divide a los legisladores y la Casa Blanca.

Si la historia sirve de precedente, Obama no tiene muchos motivos para optar por esa amnistía. Gracias a la pasada, se repatriaron unos 312.000 millones. Pero en lugar de invertirse, el dinero se utilizó para subir dividendos y en planes de recompra de acciones.

El demócrata Ron Wyden dice tener la solución, similar en algunos detalles a la que estaría pensando la Casa Blanca. Su recomendación es recortar el impuesto de sociedades al 24%, eliminar la legislación que permite redirigir los beneficios y, por supuesto, la amnistía. Le apoya el republicano Dan Coats. Lo que está por ver es si su propuesta, que presentó hace dos semanas, gana apoyos.

El consejero delegado de Cisco Systems, John Chambers.
El consejero delegado de Cisco Systems, John Chambers.STEVE MARCUS (REUTERS)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_