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Crisis inmobiliaria

Colonial admite que puede quebrar si no logra vender activos

La firma debe deshacerse de Riofisa, FCC Y SFL para pagar la deuda

Ramón Muñoz

Colonial puede ser la próxima ficha del dominó en caer, según ha advertido la propia inmobiliaria. La firma catalana ha admitido que si no consigue vender su participación del 15% en la constructora FCC, del 33% de su filial francesa SFL y el 100% de Riofisa puede llegar a la insolvencia, e incluso al concurso de acreedores.

"Si Colonial no pudiese cumplir con las obligaciones de venta descritas, en el plazo acordado en el caso de Riofisa [no precisado por la empresa por ser confidencial], la sociedad podría no atender a sus obligaciones de amortización de la deuda reestructurada a largo plazo. Todo ello, podría ocasionar un impacto sustancial adverso en las actividades, los resultados y la situación financiera de Colonial o incluso, en última instancia, la insolvencia y declaración de concurso de la Sociedad", explica la empresa en el folleto de la emisión de bonos presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Incluso si vende las participadas, la deuda superará los 3.000 millones
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Colonial señala en el folleto de su emisión, por importe de 1.428 millones de euros y aprobada el pasado viernes en junta de accionistas, que se ha comprometido con la banca acreedora a vender esas participaciones para hacer frente al pago de la deuda.

La revelación de la difícil situación por la que atraviesa Colonial, participada por La Caixa y Banco Popular, provocó un gran revuelo, con la vista puesta en la recién anunciada declaración de concurso de acreedores de Habitat.

Por eso, la inmobiliaria emitió un comunicado precisando que, pese a la advertencia del folleto, el riesgo es potencial "sin que se dé situación alguna que determine la insolvencia o declaración de concurso de la compañía".

Además, Colonial añadió que su situación ha mejorado de forma importante con el acuerdo firmado con los bancos acreedores y los compromisos adquiridos por éstos y la aprobación por la junta general y la autorización de la CNMV para realizar la emisión de bonos, como parte del acuerdo de reestructuración de su deuda anunciado a mediados de septiembre.

Mucho va a tener que mejorar efectivamente la situación financiera de la inmobiliaria dado el tremendo peso de la deuda la que se enfrenta. A 30 de septiembre, la deuda total de Colonial ascendía a 8.975 millones de euros, de los cuales 7.177 millones de euros correspondían al préstamo sindicado suscrito con Calyon, Eurohypo, RBS y Goldman Sachs.

En el folleto de emisión, Colonial reconoce la deuda afectada por el acuerdo de reestructuración se ha convertido en una financiación a largo plazo, con vencimiento a cinco años, por importe aproximado de 6.500 millones de euros.

Incluso si vende esas participaciones no acabarán sus problemas. Al cierre de su cotización ayer, el 15% de FCC vale 547 millones de euros; el 33% de SFL 430 millones, mientras que Riofisa, que no cotiza, vale mucho menos de los 2.000 millones que pagó Colonial cuando la adquirió en abril de 2007. Por eso, incluso si consigue materializar las desinversiones citadas la deuda superaría con creces los 3.000 millones de euros.

De hecho, Colonial anunció el pasado miércoles que ha ofrecido a los bancos acreedores opciones sobre sus participaciones en FCC y en la inmobiliaria francesa, para que cambien deuda por activos.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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