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Corbacho confía en que el pacto laboral se firmará en abril

El Gobierno prepara, sin embargo, un plan alternativo

A pesar de los últimos encontronazos en el diálogo social a cuenta de una propuesta de contrato juvenil de la CEOE, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, confía en llegar pronto a un pacto laboral. "Creo que vamos a llegar a un acuerdo antes de final de abril", declaró ayer en Bruselas antes de entrar en una reunión de ministros de Empleo de la Unión Europea.

Corbacho afirmó que las tres partes que componen el diálogo social -patronal, sindicatos y Gobierno- "están trabajando de una manera muy intensa, y muy positivamente. De momento, las reuniones están yendo francamente bien".

"El Gobierno en estos momentos no está contemplando la hipótesis de que no haya acuerdo", continuó el ministro. Sin embargo, esto no quiere decir que el Ejecutivo no tenga preparado un plan alternativo para el caso de que las conversaciones fracasen y no se alcance pacto alguno, como ya sucedió el pasado verano.

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Las líneas básicas del plan b de Trabajo consisten en la reordenación de las bonificaciones; la ampliación de los supuestos en los que puede utilizarse el contrato indefinido con una indemnización por despido más baja (33 días por año); penalizar el uso de la contratación temporal elevando sus cotizaciones, o buscar fórmulas para facilitar el uso de las reducciones horarias en lugar de los despidos para reducir costes laborales (conocido popularmente como modelo alemán).

La elaboración de esta estrategia alternativa cabe enmarcarla en los últimos episodios del diálogo social la semana pasada. La CEOE amagó con un contrato sin cotizaciones sociales y sin indemnización por despido para jóvenes. La situación se salvó al recular la patronal. Pero entre las filas sindicales no falta quien interpreta este capítulo como un intento de obstaculizar las conversaciones, como sucedió en la fracasada ronda de verano, cuando la CEOE propuso una reforma laboral profunda.

El plazo marcado por el responsable de Trabajo es "razonable" para Cándido Méndez. Para el secretario general de UGT, esta fecha "verbaliza un compromiso implícito". Ir mucho más allá de esta fecha no tiene sentido para Méndez, se trata de un terreno "muy trillado" y con problemas "muy identificados".

Más exigente con el Ejecutivo se mostró el secretario de Acción Sindical de CC OO, Ramón Górriz. Lo lógico, para este sindicalista, es que cuando hubiera acuerdos puntuales durante la negociación se implantaran y no esperar a un acuerdo global. "Quienes peor lo están pasando, los parados, requieren soluciones urgentes", afirma Górriz, jefe del equipo negociador de CC OO, que apuntó hacia tres puntos (bonificaciones, reducción horaria para ajustar costes laborales y plan juvenil de empleo) en los que el acuerdo podría llegar pronto.

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