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La primera crisis del euro

Crece la oposición del BCE a un FMI europeo

Andreu Missé

El presidente del Bundesbank (el banco central alemán), Axel Weber, manifestó ayer su rechazo a la creación de un Fondo Monetario Europeo para ayudar a países con dificultades en el pago de su deuda. En su opinión, se trataría de una medida contraproducente. Weber, que también es miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), coincidió ayer con Jürgen Stark, economista jefe de la entidad, quien rechazó frontalmente la creación de la nueva institución.

El presidente del Bundesbank, uno de los candidatos mejor colocados a sustituir al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, calificó como "determinante" la intención de la UE de "mantener la regulación existente". A su juicio, si la normativa actual no se cumple tampoco conseguirá hacerla cumplir una nueva institución. Trichet no se ha propiciado de manera explícita sobre la creación del Fondo Monetario Europeo, pero sí ha rechazado la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la crisis griega.

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La Comisión Europea evitó ayer responder a las críticas de los directivos del BCE. El portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, manifestó: "Celebramos todas las contribuciones a este animado debate, que llega en el momento adecuado". E insistió en que hay que aprovechar la oportunidad de la crisis griega para mejorar el funcionamiento de la zona euro.

La idea de crear un Fondo Monetario Europeo había sido suscitada por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien aseguró que su Gobierno trabajaba en la creación de una institución de este tipo y que desearía coordinar los trabajos con Francia. La idea fue respaldada por la canciller alemana, Ángela Merkel, quien recordó al mismo tiempo la necesidad de reformar el tratado para su aplicación, lo cual no es una tarea nada fácil. Merkel volvió a hablar ayer de un FME subrayando que debería incluir un mecanismo de "sanciones", contra los países que mantienen un déficit presupuestario "demasiado elevado". Pero el debate está ahí. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró que las líneas generales expuestas por Schäuble tienen su "beneplácito".

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